lunes, 23 de junio de 2014

La guerra de los mundos: otro fenómeno social


¡Huye inmediatamente todo se ha descubierto!, imitando al genial Arthur Conan Doyle quise sorprender con un mail cargado de misterio a mi secretario, el licenciado y comandante Antonio Castillo justo antes del comienzo del ultimo partido de España en el mundial. Mi fiel amigo sin pensárselo dos veces cogió su maleta de fugas y creemos que se encuentra tomando un vuelo hacia Guatemala disfrazado de mosca. 
Antes de partir hacia Guatemala quisimos llevar un paso más lejos eso del Movember, no sólo dejarse bigote en Noviembre, nosotros desde hoy vamos a lucir unos bigotes perfectos que serán rasurados precisamente en Noviembre, así que si alguien en Guatemala ve a una mosca con gafas y un bigotito tipo Baskerville denle saludos de nuestra parte.

Ayer pudimos observar el poder de convocatoria que tiene Facebook y en como hacen con nosotros lo que quieren, en cuanto a tonterías se refiere, pero hay algo que ocurrió hace ya algún tiempo y en el que la gente de mi edad (los que tenemos 96 años) se acordarán por lo menos de haberlo escuchado alguna vez, por eso quiero recordar esta historia.

Corría el 30 de octubre de 1938, Orson Welles y el Teatro Mercury, bajo el sello de la CBS, adaptaron como guión radiofónico el clásico La guerra de los mundos, novela de ciencia ficción de H.G. Wells. Los hechos se relataron en forma de noticiario, narrando la caída de meteoritos que posteriormente correspondían a los contenedores de naves marcianas que derrotarían a las fuerzas estadounidenses mediante un terrorífico «rayo de calor» y gases venenosos.
Welles había adquirido cierto prestigio dramatizando algunas obras como Los Miserables, de modo que en julio de 1938, la cadena CBS le ofreció realizar un programa semanal de obras dramatizadas. Así, Howard Koch, que escribiría más tarde el guión de Casablanca, adaptaba obras como Drácula o el Conde de Montecristo y Welles las dramatizaba. En la emisión de la Guerra de los Mundos, Welles interpretaba al profesor Pierson, científico que explicaba lo ocurrido, mientras que también participaba un actor imitando al periodista Carl Philips.

El programa duró casi 59 minutos: los primeros 40 correspondieron al falso noticiario, que terminaba con el locutor en la azotea de la CBS falleciendo a causa de los gases, y seguía con la narración en tercera persona del profesor Pierson, que describía la muerte de los invasores. La introducción del programa había explicado que se trataba de una dramatización de la obra de Wells; el el minuto 40,5, aproximadamente, se oía un segundo mensaje aclaratorio, seguido de la narración en tercera persona de Orson Welles, quince minutos después de la alarma general del país, que llegó a pensar que estaba siendo invadido. Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo que provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Yersey (de donde supuestamente procedían las informaciones). La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos

Al día siguiente,se acumularon las protestas exigiendo responsabilidades y una explicación, de modo que el propio Orson Welles se vio obligado a pedir perdón por aquella broma de Halloween, considerada una burla por los oyentes. Lo cierto es que la histeria colectiva demostró el poder de los medios de comunicación de masas y, por otra parte, este episodio catapultó a la cima la carrera de Welles.

Reconociendo la genialidad de Orson Welles nos despedimos sin saber aún el paradero de la mosca bigotuda. 
Buenas tardes a todos y feliz día.
@maspomada

Jesús González.2014








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