jueves, 14 de abril de 2011

historias pomaderas : capítulo 3º " hablemos de...la guardia Suiza del Vaticano"


Buenas a todos y todas. Como soy un amante de la obra arquitectónica y de la belleza del Vaticano, en este capítulo de historias pomaderas de hoy, os voy a hablar un poco de la Guardia Suiza del Vaticano.

Julio II es uno de los Papas con peor genio que ha pasado por la historia del Vaticano. Pasó media vida discutiendo con Miguel Angel y la otra media reconciliándose con él. Cuando no tenían bronca por la Capilla Sixtina, la tenían por el gran mausoleo que el artista tenía que hacerle al Papa y que nunca terminó. Julio II era un belicoso, nacido para la conquista y la dominación. Un príncipe del Renacimiento, ávido de grandeza, de gloria y de inmortalidad, y alguien así necesita guardaespaldas. Por eso, el 22 de enero de 1506 Julio II recibió a los primeros 150 miembros de su propia empresa de seguridad privada, la Guardia Suiza, el Prosegur del Vaticano del siglo XVI.

¿ Por qué Julio II decidió que fueran soldados suizos ? Porque eran los mejores mercenarios de la época. Si eran o no católicos era lo de menos. Lo importante es que defendieran la vida del Papa y las posesiones vaticanas, aunque esto, evidentemente, ha cambiado en los últimos cinco siglos. Porque ahora los guardias suizos deben ser fieles católicos, tener entre diecinueve y treinta años, medir más de 1,74 y no estar casados. El celibato no es condición indispensable, pero si están solteros, mejor que mejor.

La actual guardia suiza la componen unos cien soldados. A saber: 70 alabarderos, 23 mandos intermedios, 4 oficiales, 2 tamborileros para dar un poco de ritmillo a los desfiles y un capellán, que no haría mucha falta porque si algo hay en el Vaticano son curas.

La autoría del diseño del uniforme que tanta gracia nos hace a todos, lleno de colorines, algunos la atribuyen a Miguel Angel, lo que tiene su sentido, porque hubiera sido una forma de venganza contra Julio II. Pero no, no los diseñó Miguel Angel. Las bandas amarilla y azul de los trajes están ahí porque eran los colores de la familia Della Rovere, la familia del papa Julio II. Pero luego llegó otro papa, León X, y también quiso meter cuchara, por eso añadió el color rojo, el color de su dinastía, la de los Medici. El resultado es que ahora tenemos unos señores bastante estrafalarios, pero todos de muy buen ver, el ejército más ridículo del mundo por su número y por su vestimenta.

A continuación vamos a hablar en primicia con un tataranieto del mismísimo sastre que confeccionó esos trajes, no es otro que Yuseppe Solano Sforza, de los Sforza de toda la vida.

Maspomadahistory: buenos días señor Sforza.
Yuseppe Solano Sforza: buenos días maspomadahistory.
MPH: bien, nos gustaría que nos contara como fue la elaboración de los uniformes por favor.
Y.S: ¿ de qué uniformes me habla vd. ?
MPH: pues lo de la guardia suiza del Vaticano...
Y.S: ah, y yo que se !!!
MPH: pero Yuseppe, vd no es familia del sastre que confeccionó los uniformes ?
Y.S: pues creo que si, pero yo no se nada. Una vez me contaron que había un sastre en nuestra familia, creo recordar.
MPH: vemos que está vd al tanto de la historia familiar...
Y.S: pues ahora que lo dice..., es cierto, un pariente mío confeccionó unos 150 trajes de arlequines al Vaticano para no se que fiesta de carnavales y nunca le pagaron a mi pariente. ¿ A quién le puedo reclamar la cuantía ?
MPH: pues hombre, a Julio II.
Y.S: y ese hombre sigue en el Vaticano ?
MPH: creo que ya no...
Y.S: ahhhh, se quitó de en medio, no?, sinverguenza... Quién es el que manda ahora ?
MPH: un tal Benedicto
Y.S: pues es va a pagar la cuantía de los uniformes !!!! ahora mismo me voy al Vaticano con la factura que este si que no se escapa.

Efectivamente, Yuseppe Solano Sforza se nos fue al Vaticano decidido a cobrar la deuda de Julio II, al no recibir respuesta alguna decidió arrebatarles los uniformes por la fuerza a los soldados. Como era de esperar, Yuseppe descansa una larga temporada a la sombra en las mazmorras del Vaticano durante una larga temporada, en ella nuestro amigo realiza lo que más le gusta. Observa desde la ventana de su celda como da Beni la misa del gallo una vez al año, y entre tanto admira la obra arquitectónica de su celda de 3x3 m2.

Un abrazo a todos...

Jesús González.

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