martes, 15 de noviembre de 2011

hoy con nosotros, el señor William Ernest Henley


Muy buenas tardes a todos. Atención !!!


Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.


Esta maravilla fue escrita por el sr Henely, y en ella se basó el título de la película " Invictus ". Algunos de vosotros habrá visto esa película basada en hechos reales, o no. Yo recomiendo que la vea todo el mundo, ya que no tiene desperdicio, a parte su banda sonora es excepcional.

Quién fue el tal Ernest ???. Bien amigos, os acordáis del personaje de Long John Silver ?, de la isla del tesoro, el pirata pata de palo, de la grandísima obra de Stevenson. Pues en verdad este personaje...era él.
Ernest nació en Glocester ( Inglaterra ), y siendo un niño sufrió la tuberculosis, por lo que tuvo que estar un año entero recuperándose en Edimburgo, en donde después le amputarían una pierna. En Edimburgo Ernest se hizo amigo de Stevenson, y ambos llegaron incluso a escribir cuatro obra de teatro juntos.
Ernest pasó a la historia de la literatura inglesa como poeta, y esencialmente por ser el autor del poema que fue incluido en el que fue su ultimo libro, " In hospital ", publicado en el mismo año de su muerte ( 1903 ).

El poema " Invictus ", de una belleza melancólica, victoriana, marmórea, impresionante, sobrecogedora, es un canto a la fe, a la resistencia humana, a la libertad y a la resistencia humana enfrentadas a los momentos más desoladores, solitarios y terribles de la existencia. No es de extrañar que el poema fuera escrito por un hombre que fue niño condenado a la enfermedad y a la minusvalía; no es de extrañar que este poema le sirviera de guía y consuelo espiritual a Nelson Mandela mientras estaba encarcelado y era humillado y vejado por sus ideas, por su compromiso ético con los suyos, consigo mismo.

Por eso amigos y amigas. En estos días tan difíciles para todos, todos necesitamos un pequeño empuje moral, o tal vez un simple abrazo, y yo desde aquí os lo mando a través de la pluma de William Ernest Henley.

2 comentarios: