Julio Verne.

Muy buenas tardes a todos. Aunque el día no acompañe, sí que acompaña para leer un relato que seguro os va a gustar. Es una de esas historias que uno deja para un día especial, y hoy lo es.

Para poder investigar mi equipo y yo, nos hemos desplazado esta vez a nuestro ático en el 15b Avenue Des Champs Eliysées, allá en nuestra París. Allí la srta Puchi O´Millan y el bueno del doble 00 Antonio C. están más que entretenidos admirando, contemplando, leyendo y saboreando la interesante vida y obra de uno de los más grandes que ha dado la literatura universal. Y ya por fin, con la música de fondo "Sweets To the Sweet farewell " ( Hamlet ) empezamos este relato.

Según los estudiosos de su obra, Jules Verne ( 1828-1905 ) anticipó los tanques en su novela, La casa de vapor; el submarino en 20.000 leguas de viaje submarino; el lanzallamas en Ante la bandera, y los satélites artificiales en Robur, el dueño del mundo. En el resto de sus obras describió además máquinas e invenciones que recuerdan con asombrosa precisión ingenios y actividades tan actuales como el helicóptero, la tortura por descargas eléctricas, las bombas de fragmentación, el cañón de largo alcance, los ingenios bélicos teledirigidos, las alambradas electrificadas, el cine sonoro, los rascacielos, la contaminación o la ciudad ecológica.
Pero en una de sus más sorprendentes novelas de anticipación, De la Tierra a la Luna ( 1865 ), completó una de sus predicciones más sorprendentes por la exactitud con que se cumpliría muchos años después. En esta novela, Verne comienza por situar en las Montañas Rocosas un telescopio de 5 metros de diámetro; ubicación y dimensiones idénticas a las que tuvo el primer telescopio del observatorio de Monte Palomar. En segundo lugar, en vez de elegir como potencias promotoras del viaje espacial a Francia o Gran Bretaña, los dos países más poderosos de su época, escogió un hipotético club de fabricantes de armas de EEUU, que en los tiempos en que Julio Verne publicó esta novela era todavía una nación bastante atrasada, sumida en plena recuperación de las secuelas de su guerra civil recién finalizada. Este club sufraga los gastos de la expedición con una suscripción internacional a la que la primera nación que se adhiere es Rusia, con una fuerte participación, y la última, España, con una participación simbólica, porque, en palabras de Verne, " la ciencia no está muy bien vista en ese país que está aún un poco atrasado ". Julio Verne situó el cañón de 300 metros, que en la novela propulsa el proyectil astronáutico enviado a la Luna, en Cabo Town, un lugar muy cercano al al actual Cabo Cañaveral. En el cohete utilizado en el primer viaje experimental de la novela viajan dos animales, una ardilla y un gato; en la historia real de la cosmonáutica fue una perra, llamada Laika, el primer ser vivo en viajar al espacio. En la novela, el proyectil que definitivamente se dirige a la Luna se llama Columbiad y en él viajan tres hombres y dos perros, uno de los cuales muere y al ser lanzado al espacio, comienza a flotar, acompañando a la nave en torno la Luna ( hechos que la ciencia ignoraba ). Pero aún hay más. Verne concibe un método de refrigeración del aire de la nave mediante un sistema de circuito cerrado, provee a sus hombres de alimentos concentrados y corrige la trayectoria mediante cohetes auxiliares. Además, el vuelo de la nave sufre una peripecia que recuerda mucho a la del Apolo XI, cuyo módulo de comando ( Columbia ) depositó a dos hombres por primera vez en el suelo lunar: el bólido imaginado por Verne alcanzó la Luna en 97 horas, viajando a una velocidad media de 40.000 km/h; el Apolo XI viajó a 38.500 alunizando en 102 horas. El Apollo VIII, primer vehículo tripulado que situó a tres astronautas en órbita lunar, tuvo un peso y una altura casi idénticos a los de la cápsula imaginada por Verne. Este mismo Apollo VIII cayó en su viaje de vuelta en el Pacífico, a unos 4 km de las coordenadas donde amerizó la nave de Verne; siendo rescatados ambos vehículos por barcos de la Marina estadounidense. En total, se trata de una asombrosa demostración de facultades premonitorias por parte del visionario novelista francés.

Tremendo, impresionante este Jules Verne. Tengo llorando a moco tendido a Antonio, y la srta Puchi O´Millan es un mar de lágrimas también. No se tienen en pie intentando explicar como este hombre sabía tanto de cosas que iban a pasar muchísimo tiempo después. 
Siguiendo la estela de Jules, nuestro doble 00, que de ahora en adelante quiere que le llamemos Antonio Verne 00, dice que va a sacrificar el resto de su vida en aras de las ciencia, y que entre sus primero ensayos también se anticipará al futuro tal y como hizo el "maestro". Sus próximos ensayos versarán a cerca de :

1. Un colisionador de hadrones al que se le hará llamar LHC, y en el que se descubrirá el Bosón de Higgs, que no sabe quién es el tal Higgs pero lo vio en sus sueños.
2. Demostrará en sus relatos la inexplicable conjetura de Poincaré; uno de los mayores enigmas matemáticos de la historia.
3. las redes sociales. Nadie ha oído hablar de ellas, pero él en su mente ya ha visionado una red social azul que engullirá al mundo en una tela de araña. ( que cosas )
4. La existencia de agua en Marte.
5. coches propulsados por electricidad. Esto no se lo cree nadie.
6. Una nueva fuente inagotable de energía, lo que él llamará " la pila del Viltalizer "
7. El salto de un humano desde la estratosfera.

Ya tenemos a Antonio Verne 00 chupando la punta del lápiz y comenzando a redactar sus primeros ensayos, y mordiéndose la lengua mientras escribe, nos despedimos desde uno de los más bellos enclaves del mundo. Un fuerte abrazo a todos, y en especial a todos los investigadores y científicos, por llevar a cabo los sueños de unos pocos visionarios.

Jesús González.