Noche de terror con Iván IV El Terrible

Buenas y malignas noches.

Hoy hace una noche perfecta para hablar de todo un zar, del mismísimo Ivan Iv, alias El Terrible. 
Mi colaborador y yo nos hemos desplazado hasta un barrio de la periferia de Moscú para hacer algunas averiguaciones.

Bien, ya alojados en una humilde habitación de un pequeño hostal de un barrio situado a unos 1.800 kilómetros del centro de Moscú, por fin pudimos descansar un poco. La habitación era austera pero tenía su encanto. Mientras Antonio enviaba las actualizaciones del tiempo a su twitter y se re-leía las noticias de los principales periódicos albaneses, yo me decanté por hacer unas cuantas averiguaciones a cerca del tal Ivan. Y esto fue lo que averigüé:

" El zar ruso Iván IV el Terrible ( 1530 - 1584 ) debe su fama de cruel y despiadado a una serie de atrocidades que comenzaron ya en su infancia y adolescencia ( épocas en las que se divertía torturando toda clase de animales y arrojando al vacío a perros desde los tejados de palacio real ). Su primer crimen político conocido ocurrió en 1543 ( cuando tenía 13 años ) al ordenar que Andrei Chuiski, el jefe del clan boyardo más influyente de Rusia, que prácticamente dominaba el gobierno del país, fuera arrojado a los perros hambrientos de los que la guardia del zar disponía para este tipo de ocasiones. En 1555, ordenó la construcción de la Iglesia de San Basilio en Moscú; y éste es el motivo por el que estamos aquí. Quedó tan complacido con la obra que mandó dejar ciegos a los arquitectos responsables de la construcción ( Postnik y Barma ) para que nunca más pudieran proyectar nada más hermoso. En 1570, marchó sobre la ciudad de Novgorod al frente de un ejército de 15.000 hombres, arrasándola y dando muerte a millares de personas ( entre 25 y 60.000 ) en una verdadera borrachera de terror, llegando incluso a arrojar a docenas de niños a las heladas aguas de un río cercano por el simple hecho de disfrutar viendo el espectáculo. El 14 de noviembre de 1581, en un acceso de ira, mató a bastonazos a su propio hijo y sucesor Iván Ivanovich. El mismo confesó en cierta ocasión haber forzado a más de mil vírgenes y haber asesinado personalmente a cuantos recién nacidos resultaron de dicha práctica ".

Blanco, nos hemos quedado blancos. Tengo a Antonio tapándose los ojos mientras corre por una calle cercana a nuestro hostal, creo que va por la Mollstrase, y es que Moscú es muy grande. 
Nos costó muchísimo recopilar información en un barrio tan alejado del centro de Moscú, y la verdad sea dicha, cada vez que teníamos que ir al centro, nos lo pensábamos dos veces, ya que en el trayecto echábamos el día. Por fin, después de caminar durante 5 días y 3 noches, 3 noches que nos pegamos de fiesta, pudimos encontrar a un primo de uno de los arquitectos de la famosa Iglesia de San Basilio, su nombre es Jacinto Ruiz y tiene la envidiable edad de 512 años. Afortunadamente lo pudimos encontrar mientras hacía una exhibición de levantamiento de piedra en la Alexanderplatz ( Moscú ). Al principio nos hizo dudar que tuviera más años que un saco de nomos, pero pronto entendimos que este hombre poseía la verdad, poseía la clave de la eterna juventud. El único problema de todo esto no es que el pobre hombre estuviera sordo, o que no pudiera hablar bien, no. El único problema era que ni yo, ni el doble 00 sabíamos ruso, por lo que hemos tenido por supuesto que apuntar a Jacinto a clases de español, por supuesto !!!.

Bien amigos, dándole collejas a Jacinto para que se estudie el modo subjuntivo, nos despedimos  desde un cafetín turco extrañamente ubicado en el centro de Moscú, Antonovich Castillovich y servidor de ustedes. 
Buenas noches.

Jesús González.