martes, 27 de noviembre de 2012

el B-29 que no pudo con el Empire Sate !!!!


Muy buenas a todos una vez. Hoy vamos a contar una historia de esas que "suenan", a ver si de verdad os suena.
Todos tenemos en nuestro recuerdo el impacto de los dos aviones contra las torres gemelas de Nueva York, pero quizás algunos de vosotros no sabe que otro avión también impactó contra otro rascacielos un "poco antes" que esos dos aviones.

Corria el mes de julio del año 1945, a las 9:55 de la mañana, el Old John Feather Merchant, con sus doce toneladas de peso, un bombardero B-25 de dos motores, se estrellaba contra los pisos 78 y 79 del Empire State, a unos 300 metros sobre el nivel de la calle.
Logicamente, a los empleados que estaban trabajando en el piso 79, el impacto fue totalmente inesperado. Diez trabajadores, junto con con los tres ocupantes del avión, murieron aplastados o quemados  en el acto; otra víctima murió posteriormente, a consecuencia de las quemaduras. Uno de los fallecidos fue lanzado por una ventana y cayó sobre una cornisa, siete piso más abajo, no estamos seguros si se trataba de la ya archi famosa Elvita Adams ( especialista en lanzarse desde rascacielos y volver a caer dentro, sin darse importancia ).
El aparato abrió un boquete de unos diez por diez metros y quedó incrustado en ángulo; uno de los motores se desprendió y cruzó el piso 79 incendiando su propio combustible, lo que a su vez causó la explosión de unos tanques de oxígeno dañados; cayó por el hueco de un ascensor hasta el sótano del edificio, pero dejó tras de sí 3.500, 1 litros de gasolina encendida, que escurrió por las escaleras hasta el piso 75. 
El otro motor y la mitad del tren de aterrizaje penetraron en el piso 78, que, afortunadamente estaba desocupado. El motor se partió; uno de los fragmentos y la mitad del tren de aterrizaje, que pesaba media tonelada, atravesaron siete paredes, salieron por el lado sur del rascacielos y abrieron un boquete en el techo de otro edificio mucho más bajo, pero no produjo ninguna víctima.
Entretanto, en el Empire State el fragmento mayor de ese mismo motor atravesó gruesas paredes y rompió los cables que sostenían un ascensor. La ascensorista cayó junto con su aparato desde el piso 76 hasta el sótano; increíblemente la mujer sobrevivió, pese a sufrir numerosas fracturas a consecuencia del fuerte impacto del ascensor contra el suelo. Al igual que sucedería 56 años más tarde, los bomberos de NY desempeñaron un papel heroico. Solo pudieron llegar por el ascensor hasta el piso 67, y desde allí tuvieron que subir a mano las mangueras y el resto del equipo de extinción hasta doce pisos más arriba, pero lograron apagar las llamas en a penas cuarenta minutos con tres décimas. Al rededor de 1.500 personas, incluyendo a medio centenar que se hallaban en ese momento en el mirador del piso 86, pudieron bajar sanos y salvos hasta la calle.
Pocas víctimas tuvo el accidente; 14 muertos y 25 heridos. La sólida estructura del edificio resistió el brutal impacto, lo que salvó al Empire State de un posible desplome, algo que no ocurrió con las Torres Gemelas.
Contar que el experimentado piloto era, el teniente coronel William F.Smith Jr, de 27 aos de edad, un veterano, graduado en West Point en 1942, tenía dos años de servicio en los cielos europeos y había sido condecorado en dos ocasiones con la Distinguished Flying Cross y en cuatro con la Air Medal. Le acompañaba un sargento segundo Crhristopher Dimitrovich y un joven marinero de permiso al que habían accedido a llevar hasta NY.
Se daba en la ciudad la circunstancia de que había niebla baja y llovizna que limitaba la visibilidad a apenas tres millas, todo lo cual hacía que las condiciones de vuelo fueran sumamente peligrosas.
Desde la torre de control se le advirtió que las nubes eran tan bajas que ocultaban los últimos pisos del Empire Sate. Smith se limitó a agradecer el aviso y continuó con el rumbo que había marcado. Pasó a tan solo 30 metros del Rockefeller Center. Parece ser, que cuando Smith se dio cuenta que se hallaba atrapado en un laberinto de rascacielos hizo un inesperado intento por ganar altura, pero ya era demasiado tarde...

Hemos podido entrevistar a un grandísimo ingeniero de estructuras llamado Sir Anthony Castle, que nos va a desvelar brevemente el por qué no se derrumbó el rascacielos.

Sir Anthony Castle ( analista e ingeniero de estructuras y similares ): muy buenas a tardes a todos. El resumen de mi detallado informe del por qué esa mierda de bombardero no pudo arrasar el Empire State, es la siguiente. El avión ese era una mierda de bombardero, si hubiera sido un triste Air Nostrum, eso sí, cargadito de combustible, no solo hubiera echado abajo el edificio, sino que además hubiera arrasado Manhattan entera !!!!, valiente mierda de avión, jamás se podrán tan siquiera comparar con la grandísima flota de Iberia, eso sí que son aviones de verdad !!!!, ahora que cogía yo a todos los sinvergüenzas que se quieren cargar Iberia y los metía a todos en un A-380 y lo enviaba hacia la sede de la British Airways de los cojones !!!! Iban a saber quien es Anthony Castle !!!! A tomar por culo !!!!!!!!
Y finalizando con este detallado informe de nuestro ingeniero, a la vez que intentamos tranquilizarlo, ya que se encuentra destrozando nuestras oficinas sitas en Downing St., nos despedimos hasta el próximo relato. 

Un fuerte abrazo a todos, a mi mujer y... a una personita muy chiquitita que ya está por aquí. Un beso a todos.

Jesús González.













1 comentario:

  1. Jajajajajajajaja me ha encantado y el cabreo del 10 que tenéis con toda razón también,sigo siendo tu fan número 1 un beso para ti,tu mujer y esa personita chiquitita

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