sábado, 8 de diciembre de 2012

La General Motors: sí que somos serios.


Muy buenas tardes a todos. Hay personas que que se compran un coche y dicen; "es que huele a huevo podrido!!!!", es cierto, lo llevan al taller oficial y le dicen que: "mala suerte, le ha tocado un coche que petardea", y la cosa se queda ahí, no lo arreglan ni dan solución ni nada por el estilo. Pero en General Motors no ocurre eso, no...

Hace algún tiempo, la división de la empresa automovilística estadounidense General Motors encargada de fabricar el modelo Pontiac recibió una curiosa reclamación de un cliente: "Esta es la segunda vez que les envío una carta y no les culpo por no responder. Puedo parecerles un loco, más el  hecho es que tenemos una tradición en nuestra familia que es la de tomar helado después de cenar. Repetimos este hábito todas las noches, variando apenas el sabor del helado; y yo soy el encargado  de ir a comprarlo.
Recientemente compré un nuevo Pontiac y, desde entonces, las idas y venidas a la heladería se han transformado en un problema. Siempre que compro helado de vainilla, cuando me dispongo a regresar a casa, el coche no funciona. Si compro cualquier otro sabor, el coche funciona normalmente. Pensarán que estoy loco y no importa lo tonta que pueda parecer mi reclamación, el hecho es que estoy muy molesto con mi Pontiac modelo 99".

La carta causó tanta gracia entre el personal que el presidente de la compañía acabó recibiendo una copia de ella. Pero él decidió tomárselo en serio y envió un ingeniero a entrevistarse con el cliente. Ambos fueron juntos a la heladería en el Pontiac. El ingeniero sugirió sabor vainilla para verificar la reclamación; y el coche efectivamente no funcionó. Un empleado de la GM volvió en los días siguientes, a la misma hora, e hizo el mismo trayecto y sólo varió el sabor del helado. Nuevamente el auto sólo funcionaba de regreso cuando el sabor elegido no era de vainilla. El asunto acabó convirtiéndose en una obsesión para el ingeniero, que terminó por hacer el mismo viaje cada noche, anotando todos los detalles posibles.
Después de dos semanas, llegó al primer gran descubrimiento: cuando escogía vainilla, la compra levaba menos tiempo porque ese tipo de helado estaba muy cerca de casa. Examinando el coche, el ingeniero hizo un nuevo descubrimiento: dado que el tiempo de compra era muy reducido en el caso del helado de vainilla en comparación con otros sabores, el motor no llegaba a enfriarse; los vapores del combustible  no se disipaban  e impedían que el motor arrancase inmediatamente.
Tras sacar las consecuencias precisas, Pontiac cambió su sistema de alimentación de combustible e introdujo una alteración en todos los modelos a partir de la línea 99. El autor de la reclamación obtuvo un coche nuevo, además del arreglo del que no funcionaba con el helado de vainilla. La GM distribuyó un comunicado interno, exigiendo que sus empleados se tomaran en serio hasta las reclamaciones más extrañas, "porque puede ser que una gran innovación esté detrás de un helado de vainilla", decía el comunicado.

Bravo por la GM, y bravo por su presidente !!!! eso sí que es tomarse en serio a los clientes !!!!. Bien amigos y amigas. En primera instancia, cuando contaron lo del misterioso caso de la vainilla en el Pontiac, el director adjunto antes de mandar a su ingeniero, se puso en contacto con nosotros, preocupado porque pudiera tratarse de un caso de poltergeist de esos. Desde nuestra base secreta en Ruanda, concretamente en "el café belle bombón" nos pusimos a analizar y analizar este extraño caso. 
Hasta los EEUU nos fuimos mi equipo y yo, compuestos por: 

  • Antonio Castillo. Reputado medium internacional
  • Paco León. Ingeniero de extraños casos y visionario con licencia P-1 ( la más alta graduación para este tipo de actividades )
  • Alfonso Bravo. Analista de datos del más allá.
  • Toreto Gutierrez. 25 años de experiencia con los extraterrestres le avalan.
Bien, una vez llegamos a la casa del pobre hombre, mi equipo se dispuso a analizar el pontiac del 99.

Alfonso: uhmmm, no lo veo claro. Detecto extrañas vibraciones, noto como los seres del más allá están pululando cerca del motor.
Antonio: yo también lo noto... Llevamos tan solo tres kilos de helado de vainilla y no termina de arrancar. Presiento que el maligno se ha apoderado del vehículo. Nos vamos a tener que emplear a fondo para poder sacarlo.
Toreto: cuando viví con los Papapoyas de Urano pasó algo parecido, creo que habrá que recurrir a un buen exorcista.
Paco: amigos, amigas... Mi péndulo ha analizado el coche. Quieren bajar un 25% el salario a los TCP de Air Nostrum, Chopín tiene un amigo piloto en Omán Airways. El maligno ha tocado este coche al igual que el seis-pito ahorcó el seis doble en la partida. Las fichas se han caído, las válvulas no funcionan. Tengo un plan para estos casos extremos que no puede fallar. Las válvulas van a subir como los vuelos en semana santa, la combustión va a fluir tal y como lo hace el "mate de Morphy" en el tablero de ajedrez. Amigos, ya tengo la solución !!!!
Antonio: coño Paco, y que has ideado ???
Paco: si el problema radica en que el maligno se apodera del coche cada vez que alguien se pide helado de vainilla, es eso precisamente lo que tenemos que eliminar !!!!
Alfonso: La vainilla ???, de su pueblo ???'
Paco: No
Alfonso: de su ciudad ?
Paco: No
Alfonso: de su estado ?
Paco: No
Alfonso: de EEUU ?
Paco: del mundo !!!!!
Toreto: Ostiá Paco, estás diciendo que tenemos que eliminar todo el helado de vainilla del mundo entero?
Paco: Afirmativo. El maligno pervive entre nosotros mientras haya helado de vainilla en la tierra, y nuestra misión será destruirla, así que lo haremos así.
Antonio: Paco, no será fácil acabar con todo el helado de vainilla de las heladerías del mundo entero. 
Paco: ya lo tengo pensado.
Toreto: vas a correr algún bulo?
Paco: vamos a envenenar todo el helado de vainilla de las mayores fábricas del mundo, por supuesto por el bien de la humanidad...
Antonio: Paco, eres un crack !!!!

Y efectivamente, tras acabar con media población mundial, por fin la gente se dio cuenta que el helado de vainilla era el sabor preferido del maligno. Ahora el mundo está más tranquilo y vive más feliz gracias a las averiguaciones de mi equipo. Y no hizo falta que ningún ingenierillo cualquiera mirase de arriba a abajo el motor del Pontiac del 99. Todo solucionado gracias a nosotros. 

Feliz Sábado.

Jesús González.



















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