Muy buenas y frias tardes tardes. En este apacible día de nevadas, lluvias y daikiris ( para el que se los esté tomando ), hemos visto oportuno el poder contar la historia del mayor tesoro nazi encontrado por los aliados.
Este se produjo en una mina de potasio cercana al poblado de Merkers, al sudoeste de Berlín. Se hallaba a 800 metros de profundidad, perfectamente camuflado para no ser encontrado jamás. La mina, conocida como Kaiseroda, tiene 50 km de túneles con cinco entradas, y fue descubierta en 1945, cuando los soldados norteamericanos que controlaban el poblado de Merkers oyeron hablar del lugar secreto y de lo que guardaba. Dos días después, dos oficiales del ejército acudieron al lugar, y mediante un ascensor de 700 mts de recorrido, llegaron hasta el corazón de la mina. Allí se toparon con el tesoro más grande de la historia hasta el momento: repartidos por los túneles, cuevas y recovecos, hallaron, entre otras cosas, mil millones de marcos guardados en 550 bolsas, 8527 lingotes de oro, monedas de oro francesas, suizas y estadounidenses, maletas con diamantes, perlas y piedras preciosas robadas a las víctimas de los campos de concentración, incluyendo algunos sacos de coronas dentales de oro... Este enorme tesoro suponía, según los cálculos, más del 90% de las reservas del régimen caído, y había sido escondido por orden del siniestro doctor Fung ( no es coña ), entonces presidente del Reichsbank. Se calcula que su traslado en tren requirió al menos 13 vagones. Además del dinero y el oro, el lugar resultó ser uno de los más grandes depósitos de obras de arte confiscadas por los nazis, incluyendo pinturas de quince museos alemanes e importantes libros. Los bienes y obras de arte rescatados fueron cuidadosamente transportados en más de 10 camiones a la sede del reichsbank en Fráncfort, para su posterior clasificación y restitución.
Otro de los mayores tesoros para el Tercer Reich, fue ... el café y el té. Los soldados alemanes no tenían posibilidad de ser abastecidos de café o té, al encontrarse cortadas las rutas de suministro desde los países productores. La única excepción se daba en el cuartel general de Hitler. Una vez al año un submarino llevaba a cabo una arriesgada singladura desde Estambul hasta un puerto alemán, a través del Estrecho de Gibraltar, transportando excelente café árabe. Los invitados del Führer podían degustarlo, pero en ningún caso se permitía tomar una segunda taza, lo que daba idea del enorme valor que se le atribuía.
Amigos y amigas, no hemos querido ser menos que el tal Führer ese, y hemos enviado a nuestro corresponsal por el mundo mundial, al mismísimo Dr 00 Castillo hasta Estambul para traernos uno de los mejores cafés del mundo. Su sabor amargo, su textura y su intenso color sombrío, es para nosotros, símbolo distintivo de la tradición turca. Un delicado café dulce, perfumado y de gran cuerpo. Para quien no lo sepa, al café turco se le deben sus marcadas características y su nivel de concentración a su especial modalidad de preparación, el café tiene que ser molido de manera uniforme y muy fino con un molinillo de cobre manual, hasta conseguir que se convierta en polvo, requiere una especial dedicación y entrega, propia de las cosas bien hechas.
Nosotros tenemos a nuestro propio proveedor, su nombre es Tarkan. Tarkan es ciego y algo sordo, bueno, siendo sinceros, es totalmente sordo. Es el hermano mayor de un total de dos hermanos y ochenta y nueve primos. Nos gusta el género de Tarkan, porque él mismo es el que lo muele. Para conseguir nuestros 200 gramos de café, Tarkan emplea un total de 16.425 días y 48 horas y media. Sus manos, ya no son manos, son ventiladores. Y es que si queréis de verdad el mejor café de Estambul, no dejéis de preguntar por Tarkan !!!. A lo que íbamos, si los nazis fueron capaces de enviar un submarino por el Estrecho de Gibraltar con el mejor café, nosotros vamos a enviar al doble 00 en misión secreta al garito de Tarkan "el sordo" a traernos nuestro oro negro, pero lo va a hacer en un vehículo más moderno, dinámico, ligero, sugerente y provocativo. Lo va a hacer en una góndola, y por supuesto, caracterizado como un gondolero veneciano, canturreando esas tonadillas de ayer y hoy por los canales de Venecia. Amigos, en estos momentos se encuentra Tarkan confiando el café a 00 y ya se dispone a emprender el rumbo hasta las playas de Algeciras cargado con nuestros 200 gramos de puro café. Mucha suerte doble 00, y no me tardes !!!
#saveiberia
@maspomada
Jesús González.
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