martes, 9 de julio de 2013

Vendemos la Torre Eiffel !!!!


Muy buenas tardes de nuevo.
Disfrutando de un buen café en nuestros aposentos, mi mujer Elena O´Millan, mi hijo Jesús Glez. O´Millan, mi fiel colaborador Antonio 00 Castillo y yo, estábamos debatiendo los cuatro a cerca de las mayores estafas de la historia cuando de pronto, el pequeño O´Millan suspendió su concierto de sollozos para indicarnos cual fue uno de los mejores de la historia. Empecemos !!!

En 1925, el gran timador Victor Lustig, tras sus primeras aventuras estadounidenses regresó a París y enseguida se enteró de los problemas que tenía la ciudad para afrontar los gastos de mantenimiento de la Torre Eiffel, así que urdió un plan para sacar tajada de esa situación. Lustig se hizo pasar subdirector general del Ministerio de Correos y Telégrafos y convocó a seis industriales chatarreros a una reunión confidencial en el hotel Crillon, uno de los más prestigiosos de París, para discutir un acuerdo de negocios. Una vez reunidos, Lustig explicó que habían sido seleccionados sobre la base de su buena reputación como hombres de negocios honestos, y luego dejó caer la bomba. Dijo al grupo que el mantenimiento de la Torre Eiffel era muy costoso y que no se podía mantener por más tiempo, por lo que querían vender las 7.000 toneladas de hierro como chatarra. De entre ellos iba a salir el que ganase la concesión del negocio. Lustig llevó a los chatarreros a la torre en una limusina alquilada para un recorrido de inspección, solicitó ofertas para presentarlas al día siguiente y les recordó que el asunto era un secreto de Estado. El ganador ( previo soborno a Lustig ) fue un tal André Poisson. Victor tomó el dinero y escapó a Viena, donde vivió a cuerpo de rey unos años. Sorprendentemente, no pasó nada. Poisson había sido timado humillantemente y no acudió a la policía. 

Maravillado nos hemos quedado por la historia contada por Jesús Glez. O´Millan, acto seguido vuelve a sus cantos celestiales pidiendo sus delicatesses. Esta historia ha despertado la imaginación de nuestro doble 00, que comenta que si este personaje fue capaz de "vender" la Torre Eiffel para chatarra, él haría lo mismo con la antigua T1 del aeropuerto de Málaga. Antonio doble 00 Castillo se va hacer pasar por un Director General de la Armada Invencible para reunirse con seis magnates malagueños. Su objetivo, al igual que el Lustig, es vender la T1 para chatarra y sacar un buen pico.

Finalizada la operación de venta de nuestro doble 00, el resultado fue, que no sabe ni como ni por qué, le han endiñado a él los costos de la segunda pista del aeropuerto de Málaga, le han quitado su plaza de párking gratuito de iberia, su camiseta del Málaga CF. y como se descuide la quitan hasta su nueva bicicleta.

Un fuerte abrazo y besos a todos. En especial al pequeño Jesusín, que es un placer verle crecer por mili milímetros cada día. Feliz día a todos.




 @maspomda

© Jesús González.




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