sábado, 9 de septiembre de 2017

La batalla de Trafalgar, el Neptuno y el cerdo.


El 21 de octubre se disputó la batalla de Trafalgar en la bahía de Cádiz frente al cabo que dio nombre al enfrentamiento entre la armada inglesa, dirigida por el almirante Nelson, y la franco-española, capitaneada por Villeneuve. La mejor preparación de la flota inglesa, el ingenio de Nelson, la torpeza de Villeneuve y la nula cohesión de la flota franco-española dieron la victoria a los ingleses. Uno de los barcos españoles que participó en la batalla, el Neptuno, capitaneado por Cayetano Valdés, tras recibir varias andanadas de artillería inglesa, quedó a la deriva. Sin rumbo, tras perder el mástil, el barco encalló. Desde tierra se intentó rescatar a los supervivientes, pero el fuerte oleaje no permitía llegar a los botes. No se sabe el cómo ni el por qué, seguramente era cosa del cocinero, pero el caso es que a bordo del Neptuno había un cerdo...y un marinero con mucho ingenio a quién se le ocurrió atarle al gorrino una maroma a la pata y arrojarlo al mar para que, teniendo en cuenta que los cerdos nadan muy bien, llegase a la orilla y permitiese atar la maroma a los botes y llevarlos luego al barco. Todos y cada uno de ellos...fueron rescatados.

Hemos volado desde Whitehall hasta Los Caños de Meca (Cádiz), para situarnos en el cabo de Trafalgar e intentar reconstruir la fantástica historia que acabamos de descubrir mi secretario Antonio Castillo, descendiente directo del mismísimo cuñado de la secretaria de la vecina de Federico Gravina, teniente general del mar, que capitaneó los navíos españoles que participaron en la contienda y de Pablo Escobar, el músico, no el otro.

El objetivo es intentar reconstruir lo más exactamente posible la parte en la que atan al cerdo una maroma y lo echan al mar, para que nade hasta la orilla de los Caños de Meca. Para ello, hemos dejado a la deriva en el mar a Antonio caracterizado fielmente como iban vestidos ese día, en una ballenera que nos han alquilado por un módico precio en Barbate y por supuesto un cerdillo de unas dos semanas de vida, que nos han asegurado que nada braza y mariposa.
Ya está todo listo, y en la coordenadas exactas de donde tuvo lugar la famosa batalla, soltamos a Antonio y al cerdo Nelson, 36°17′35″N 6°15′19″O,.Justo a las 12:00.1 de la mañana Antonio gritó su ya clásico Ahooooooooooooooraaaaaaaaaaaa !!!! ensordeciendo a Nelson y a medio Barbarte, pero la cosa se complicó cuando Antonio intentó poner la maroma a Nelson, el cerdo no se dejaba y mientras chillaba con toda su alma, Antonio no se dio cuenta que había entrado en una corriente marina y comenzaron a navegar a toda velocidad rumbo a Inglaterra, más concretamente a Londres, al puerto de Tilbury, a tan solo una milla náutica Antonio por fin soltó al cerdo al agua y efectivamente lo llevó hasta la orilla, donde le esperaban unos señores con una camisola blanca con correas en las mangas. Actualmente Antonio se recupera de la aventura en el Hospital Real de Bethlem, el psiquiátrico más antiguo de Europa. Y dejando reposar a Nelson y a Antonio os mandamos un saludo.




@maspomda

Jesús González.2017











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