martes, 14 de julio de 2015

Prison Break-Operación Roble. Liberar a Mussolini.


Muy buenas noches liberadoras. Hasta una cucaracha como fue Benito Mussolini tenía el derecho a ser rescatado. Hace poco que el Chapo Guzmán se fugó de una cárcel mexicana de altísima seguridad cruzando un túnel de tropecientos mil metros, en el que si ponen un poco más de empuje los constructores del mismo, podían haber puesto allí una línea de metro con McDonalds incluido, y es que las cosas si hay que hacerlas, que narices, que se hagan bien. Y para hacer bien las cosas nada mejor que la maquinaria alemana.

Bien amigos, pongámonos en situación. Benito Mussolini ha sido destituido por el Gran Consejo Fascista debido a los malos resultados en la guerra, y ha sido recluido en el Hotel Campo Imperatore, un lugar de difícil acceso al que solo se puede acceder con un funicular.

El paradero de Mussolini no resulta tan secreto como para que no llegue a oídos de los alemanes. Hitler ordena rescatarlo. A cualquier precio. No va a resultar fácil liberar a Mussolini, porque a la estación de esquí donde lo tienen recluido solo se llega en funicular o tras una hora de carretera infame, tan expuesta que una tropa que ascendiera por ella jamás pasaría inadvertida. Entonces llegaremos por el aire.
Va a liberar al Duce un comando de paracaidistas de la Luftwaffe al mando de Otto Skorceny, un capitán de las SS tan alto que tiene que agacharse para pasar por las puertas.
El gigante luce en el rostro la tradicional Schmiss o «cicatriz de honor», fruto de repetidos duelos estudiantiles sin protección facial. 
Skorceny se ha especializado en tareas difíciles como esta.

Llegaremos por el aire, en planeadores, y aterrizaremos delante del hotel, en la pequeña explanada- decide Skorceny-. El único peligro es que, al vernos llegar, los carabineri asesinen al Duce. 
El general Student, superior de Skorceny, tiene una idea.
Por ese lado no se preocupe, Hauptsurmfüher: previamente habremos secuestrado al general de los carabinei, Fernando Soletti. Responderá con su vida si alguno de sus hombres se descantilla.
Eficiencia alemana. Toman abundantes fotografías aéreas del lugar, allegan mapas de la zona, calculan distancias, vientos, configuración del terreno, trazan un plan.
El 12 de septiembre, el comando de doce planeadores DFS 230 aguarda a que aclare el tiempo y, sorteando las cumbres de los Abruzos, aterriza con cierta brusquedad en la meseta pelada del Gran Sasso, frente al hotel, a la hora en que los despreocupados carabinieri han terminado de almorzar y sestean o matan el tiempo en su supuestamente inaccesible cima.
Alguien que ve llegar a los planeadores una tras otro da la alarma. El oficial a cargo se precipita sobre el teléfono para informar a la superioridad, pero no hay línea. La ha cortado otro comando alemán, este terrestre, que ha tomado la vecina estación de esquí de Assergi.
Los paracaidistas de Skorceny avanzan y llevan consigo, en el pelotón delantero, al aterrorizado Soletti. Los carabinieri reconocen a su jefe máximo y se abstiene de disparar. Tampoco es que tuvieran muchas ganas, la verdad sea dicha.
Alertado por el revuelo, Mussolini se asoma a la ventana de su habitación. Skorceny lo ve, irrumpe en el edificio seguido por sus hombres y sube las escaleras de tres en tres. 
-Venimos a liberarlo de parte del Führer- dice el gigante cuadrándose ante el prisionero. 
-Yo sabía que el Führer no me abandonaría- responde Benito con los ojos arrasados en lágrimas.

No quiero imaginarme o quizás si, como fue la fuga del Chapo Guzmán. La planificación, la logística , la de gente que habrá implicada, sobornada, coaccionada, aterrorizada, etc...Mientras el Chapo disfruta de unas vacaciones en algún lugar paradisíaco esperamos enterarnos pronto a través de nuestro corresponsal en América y el resto del mundo, Antonio Castillo de como se realizó la fuga paso a paso. Ya lo tenemos trabajando en México, más concretamente en el corazón de Jalisco. Lo tenemos recopilando información por los suburbios, sus credenciales de corresponsal de maspomada news le protegen de cualquier ataque o intento de secuestro o algo más. Pronto tendremos el informe en nuestras manos.

Un saludo a todos.
@maspomada

Jesús González.2015








miércoles, 8 de julio de 2015

Desde Duke St. El Proyecto Sunshine.


Muy buenas noches una vez más.
En este blog hemos podido contar historias bastante raras, pero como la de hoy pocas.

El ejército de los EEUU se planteó y llegó a realizar estudios para fabricar una bomba que provocara la homosexualidad en el enemigo con la finalidad de minar la moral y la disciplina de las tropas. La idea que se trató de desarrollar fue la creación de bombas que lanzaran agentes químicos capaces de alterar las hormonas y hacer que los soldados se sintieran irresistiblemente atraídos entre sí, hasta el punto en que olvidarían en motivo por el que se hallaban en el campo de batalla y se dedicaran a flirtear con sus compañeros. El proyecto, que fue presentado en el Pentágono en 1994, contaba  con un presupuesto previo de 7,4 millones de dólares para el desarrollo y producción masiva durante seis años de esta arma. En 1994 el Laboratorio Wright de las Fuerzas Aéreas de los EEUU, en Ohio, realizó una propuesta de tres páginas con una serie de posibles armas químicas no letales, que terminaría en manos del llamado Proyecto Sunshine (incluidas notas al margen y erratas) gracias a una petición de documentos oficiales basada en la Ley de Libertad de Información. En una frase del documento se sugiere que un afrodisiaco fuerte podría ser lanzado sobre las tropas enemigas, teóricamente, con una sustancia que produjera «comportamientos homosexuales». El arma afrodisíaca fue descrita como «desagradable pero completamente no letal». En la sección «Nuevos descubrimientos necesarios», el documento implícitamente reconoce que existían, ni existen, productos químicos de este tipo. El documento también incluye otras ideas no convencionales, como rociar a las tropas enemigas con feromonas de abejas y luego esconder muchas colmenas en el área de combate, o rociar a los enemigos con una sustancia que provocara halitosis o mal olor, para hacerlos fácilmente identificable.

En nuestro laboratorio aquí en Duke St. hemos podido acceder a una pequeña muestra guardada por sir Alfred, que perteneció al staff del proyecto en cuestión. Y como no, la hemos probado con nuestro probador oficial titulado, es decir, Antonio Castillo. Le hemos rociado sin que se diera cuenta una ínfima cantidad del mejunje este y lo hemos soltado en el centro de Londres. Resultado; el caos se apoderó de Londres, no solo salió su vena gay sino que también estaba en celo e intentó violentar sin éxito al primer ministro a su paso por Downing St. Antonio se recupera actualmente con una tarifa plana en la maison amour.
@maspomada

Jesús González.2015

sábado, 4 de julio de 2015

Duke´s st. El origen de la mala leche.


Muy buenas noches amigos.
Todos sabemos ya a estas alturas que la mala leche está ahí en el aire, se puede palpar, se puede sentir. Nosotros desde nuestra nueva sede aquí en Londres hemos estado trabando día y noche con muy mala leche para dar con el epicentro de la misma, el origen de esa mala leche que campa por todos los lados y que afecta a unos y a otros por igual.

Hemos podido descubrir que a mediados del siglo XVI, un señor autodenominado demonologista publicó un libro titulado De Praetistigiis en el que daba un repaso a todo el imperio infernal, llegando a la conclusión de que existían cerca de 7.500.000 de demonios, distribuidos en 1.111 once legiones, mandadas por 72 príncipes infernales. También hacía referencia a los seres sobrenaturales que, desde siempre, se habían encargado de atormentar a los hombres, y que procedían de los desiertos, las profundidades del mar, las cimas de las montañas y las ciénagas.

Así que ya sabéis, a partir de ahora cuando notéis que el ambiente está tenso, mirad a vuestro alrededor y fijaos a ver si veis a uno de esos 72 príncipes infernales, o a uno de tantos hijos de las tinieblas.
@maspomada

Jesús González.2015








viernes, 3 de julio de 2015

Desde Duke´s St. Tsunami de cerveza


Buenas noches, sir Alfred nos contó hace poco una historia un tanto curiosa ocurrida en 1814 que merece la pena contar por aquí.

El 17 de octubre de 1814, cuando aún el jóven Alfred contaba con 65 años de edad, uno de los toneles de fermentación de la cervecería londinense Meux & Company Brewery explotaba, debido a la falta de mantenimiento, causando estragos. La explosión expulsó miles de barriles que colisionaron contra otros toneles abriendo literalmente miles de filtraciones de cerveza. 
Pasaron sólo unos segundos hasta que, por la simple fuerza de la gravedad, el mar de alcohol (formado aproximadamente por 1.468.000 litros de cerveza) tomara rumbo hacia el empobrecido barrio de St. Giles. El tsunami cervecero derrumbaría dos casas y arrasaría las pertenencias de docenas de personas; incluso hundiría la parte superior de un pub cercano, atrapando durante varias horas a una camarera. De las nueves personas que murieron, ocho perecieron ahogadas en cerveza, y una novena debido a una intoxicación alcohólica.

Mi secretario Antonio Castillo ha querido demostrar al señor Alfred que esto es imposible, que nadie perecería y que él saldría ileso de una catástrofe similar. Para ello nos hemos trasladado a la fábrica de cerveza Guinnes en Dublin. El señor Alfred que también fue técnico en detonaciones y explosivos durante al Primera Guerra Mundial, le ha metido suficiente explosivo para echar abajo la misma.
Lo único que pidió Antonio fue una jarra de cerveza. Al grito desgañitado de Antonio, el ya clásico Ahooooooooooooooooooooooooraaaaaaaaaaaaaaaaa !!!!!! detonó el señor Alfred los explosivos.
Un gran estruendo se apoderó de Dublin, la ola de cerveza negra invadía media Irlanda, unos 46.456.001 litros de cerveza negra inundaban Irlanda, una catástrofe. Tras unos ocho minutos y dos segundos interminables, y después de bajar la ola, por fin pudimos ver a Antonio nadando entre un mar negro y espuma. No hizo falta socorrerle, el tío mantenía la jarra en su mano derecha, nos miró, se subió el pantalón que enseñaba medio culo, se limpió las gafas que estaban empañadas, tosió un par de veces, encendió un chester mojado y dijo; «Alfredo, pídeme un taxi que me voy pa casa».

Muy buenas noches a todos.
@maspomada

Jesús González.2015