domingo, 16 de agosto de 2015

Deudas de guerra. Inglaterra con EEUU


Muy buenas noches aquí de nuevo en Duke´s St. con nuestro querido amigo, sir Alfred. disfrutando una buena copa de Jhonnie Walker Black Label extraída de la bodega particular del mismísimo Winston Churchill, nos encontramos debatiendo sobre las deudas de guerra contraídas por Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Sir Alfred, que ya se tambalea un poco, saca sus viejos apuntes, lápiz y calculadora y empieza a contarnos.

Del esfuerzo que para que Gran Bretaña supuso derrotar a Hitler da idea el que su deuda con EEUU para evitar la bancarrota tras la guerra no quedase saldada hasta el 29 de diciembre del 2006. Ese día, el Gobierno de Londres dio la orden de transferir al Tesoro norteamericano 43 millones de libras.
Esa cantidad correspondía al ultimo pago de un préstamo de 4.340 millones de dólares concedido el 15 de julio de 1946 por el presidente norteamericano, Harry Truman, para que el Reino Unido, completamente exhausto por los enormes gastos de guerra que había tenido que afrontar, pudiera responder ante los acreedores extranjeros, a los que debía 4.200 millones de libras.
Aunque el entonces primer ministro británico, Clement Attlee, que había sucedido a Churchill en julio de 1945, aspiraba a que sus poderosos aliados norteamericanos asumieran el pago de esa deuda, como gesto de solidaridad después de luchar codo con codo contra el Eje durante casi cuatro años, Truman le hizo saber que el tiempo de los sentimentalismos había pasado , y que si quería el dinero debería reembolsarlo a un interés del dos por ciento anual.
La decepción llegó hasta la Cámara de los Lores, que condenó la actitud del Gobierno de Washington, pero ante la perspectiva de una quiebra de la economía británica, Londres no tuvo otro remedio que aceptar los términos del préstamo.
@maspomada

Jesús González.2015

sábado, 15 de agosto de 2015

Primera Guerra Mundial. El detonante


Muy buenas noches una vez más. Vamos a iniciar una serie de episodios a cerca de la Primera Guerra Mundial, o como se llamó, la Gran Guerra. En este primer episodio vamos a contar cual fue el detonante y como fue realmente el atentado del famoso archiduque Francisco Fernando y señora.

Aun recuerdo en las clases de historia del instituto, cuando vimos la Primera Guerra Mundial, que el comienzo de todo fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su mujer en Sarajevo a manos de un anarquista, y después comenzó todo, pero... ¿cómo sucedió realmente ese asesinato?.

La pequeña ciudad, de apenas setenta mil habitantes, emplazada a la orilla de un río, en un valle, entre montañas, se ha engalanado para recibir al heredero del trono austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando, y a su esposa, la duquesa Sofía Chotek. 
Las calles por la que discurrirá el cortejo están adornadas con guirnaldas y banderas. La banda de música ha ensayado el himno nacional y algunos valses.
El tren que trae al archiduque entra en la estación poco antes de las diez de la mañana. Un séquito de coches aguarda al pie del andén. Después de intercambiar saludos con las autoridades que han acudido a recibirlos, Francisco Fernando y Sofía se acomodan, complacidos y sonrientes, en el asiento posterior de un espléndido Gräft & Stift Double Phaeton de cuatro cilindros, modelo 1911, descapotable.
A la duquesa Sofía le encanta compartir coche con su esposo, una transgresión del rígido protocolo austriaco que el archiduque se permite cuando están lejos de Viena. Si estuvieran en la capital del imperio, Sofía no podría acompañar a su marido. Aunque procedente de familia noble (es hija de un conde de Bohemia), no pertenece por nacimiento a familia real alguna. Cuando están en la encorsetada Viena, Sofía debe asistir a las ceremonias imperiales sentada entre los nobles de segundo rango, jamás al lado de su esposo. El puntilloso y anciano emperador Francisco José sólo la aceptó a regañadientes a condición de que su hijos no heredaran derechos sucesorios. A pesar de todo son felices. Llevan catorce años casados y han tenido tres hijos (el cuarto está en camino).
El asistente cierra la puerta del coche. A una señal del archiduque, el chófer, Leopold Lojka, suelta la palanca del freno y acelera ligeramente. La comitiva, seis vehículos en total, se dirige al ayuntamiento de Sarajevo, donde la corporación municipal ha previsto un agasajo en honor de los ilustres visitantes. 
A lo largo del itinerario oficial, que discurre a la orilla del río Miljacka, ciento veinte policías vigilan la carrera. Quizás no sean muchos, pero Sarajevo tampoco es una ciudad conflictiva. Precisamente por eso, porque es una ciudad tranquila y no se espera demasiada vigilancia, la ha escogido un banda terrorista serbobosnia, la Mano Negra, para atentar contra el archiduque, el representante y heredero del odio emperador. 
La Mano Negra está integrada por fanáticos nacionalistas dispuestos a sacrificar sus vidas con tal de arrancar a Bosnia del dominio austrohúngaro para sumarla al joven Estado serbio, a la Gran Serbia, como la llaman.

-La Banda.
La célula terrorista que va a atentar contra la vida del archiduque está compuesta por seis individuos que se ha situado a lo largo del itinerario oficial, confundidos entre la gente que aguarda el paso del cortejo. Todos son menores de veinte años para que, conforme a la ley, no puedan condenarlos a muerte si los capturan. No obstante, van provistos de sendas ampollas de cianuro por si algo sale mal y optan pro suicidarse antes de caer en manos del enemigo.
La comitiva archiducal avanza a la velocidad moderada. Francisco Fernando y su esposa sonríen y corresponden con saludos a las aclamaciones.
El primer terrorista, Muhamed Mehmedbasic, apostado en la terraza del café Mostar, deja pasar el convoy (no consiguió alcanzar un buen ángulo de tiro, dijo después en el interrogatorio). Tampoco reacciona el segundo terrorista, Vaso Cubrilovic. Un centenar de metros más allá, el tercer terrorista, Nedljko Cabrinovic, arroja una granada que rebota en la capota abierta del coche, cae al suelo, rueda por el empedrado y va a estallar bajo el siguiente coche hiriendo a dos de sus ocupantes, el conde Boosvaldek y el coronel Morizzi. Fallada su alta misión patriótica, el joven terrorista intenta inmolarse antes de que la policía lo detenga. Muerde la ampolla de cianuro y se lanza de cabeza al río.

-El plan B.
Está visto que no es su día. Ni ha matado a los archiduques ni se ha matado él. El veneno estaba caducado y el río apenas lleva agua debido al estiaje, vamos... un número. La policía lo captura. La bomba ha sembrado la alarma. La comitiva imperial realiza el resto del camino a gran velocidad, lo que frustra la actuación de los otros tres terroristas, Cvjetko Popovic, Gavrilo Princip y Trifun Grabez, todos nombres fáciles de pronunciar.
El segundo acto de la tragedia que ensombrecerá el porvenir de Europa se celebra en el salón augusto del palacio municipal. Al consternado alcalde de Sarajevo no le ha dado tiempo a modificar el discurso de bienvenida. Cuando alude, con voz quebrada, la «calurosa acogida que Sarajevo brinda a los príncipes», el archiduque comenta sarcásticamente: 
-Muy calurosa, sin duda. Venimos en visita de amistad y nos recibís con bombas.

Finalizada la ceremonia. El archiduque se interesa por los heridos y antes de abandonar la ciudad quiere visitarlos en el hospital. El barón Morsey expresa sus temores: podría haber más terroristas encubiertos.
-¿Cree usted que Sarajevo está llena de asesinos?-le replica el general Oskar Potiorek, gobernador de la provincia-.Yo garantizo la seguridad del príncipe. El archiduque insiste en visitar a los heridos.
-Evitemos el centro -sugiere Potiorek. Y le indica al conductor que tome la calzada que discurre junto al muelle Appel.
A la altura de la calle Gebel, junto al puente latino, el chófer se equivoca de dirección. Da marcha atrás para corregir el error y en ese momento uno de los terroristas, Gavrilo Princip, que sale de comprar un bocadillo en la tienda de ultramarinos Schiller (lo normal), siente que Dios lo ha venido a ver: el odiado archiduque al alcance de sus balas.

-El crimen.
El joven terrorista no se lo piensa dos veces: empuña su pistola Browning modelo 1910 7,65 mm de fabricación belga y se aproxima al coche. Lojka, el chófer, ve la pistola e intenta acelerar. Demasiado tarde. Dos disparos realizados a penas a metro y medio de distancia alcanzan al archiduque en la yugular y a la duquesa en la aorta descendente a la altura del abdomen. Un tercer disparo deja un agujero en el chasis del coche.
La policía detiene al asesino, que ingiere su dosis de cianuro caducado. A toda velocidad conducen a los heridos al edificio del gobierno.
Francisco Fernando, el heredero del glorioso Imperio austrohúngaro, el personaje cuyo principal mérito estriba en haber cazado más de cinco mil ciervos a lo largo de su laboriosa vida, se estremece  en un prolongado estertor y muere.
La noticia se divulga rápidamente gracias a ese novedoso invento del teléfono.

Y así fue como sucedió realmente el asesinato del archiduque y su esposa, un cúmulo de errores por ambas partes en el que la suerte o la mala suerte jugó un papel fundamental en la historia de la humanidad.

Continuará...
@maspomada

Jesús González.2015










sábado, 8 de agosto de 2015

la censura en tiempos de guerra.


Tras el desembarco de las tropas aliadas en el norte de Africa el 8 de noviembre de 1942, el general Eisenhower impuso una férrea censura sobre las crónicas de los corresponsales, para evitar todo aquello que pudiera apenar a las familias de los soldados. 
Igualmente, la censura afectaría a las cartas de los soldados a sus familias, en este caso para impedir que pudiera llegar información sensible a oídos del enemigo. Pero, según relataría el New York Herald Tribune el 3 de julio de 1943, hubo un soldado norteamericano que no estaba dispuesto a que la censura tachase ninguna de sus frases.
Este es el contenido de la carta que envió a su familia: 

"Después de irnos de donde antes estábamos para venir aquí, no podíamos decir que habíamos llegado aquí. De cualquier manera, ahora estamos aquí y no allí. El tiempo aquí es como siempre ha sido en estas fechas del año. La gente de aquí es exactamente como el aspecto que tiene".

Cuando el censor leyó estas líneas que contenían información que de bien poco iba a servir al enemigo, se tomó la libertad de anotar un lacónico «Amén», quizás como un reconocimiento al ingenio burlón de su autor.

Hemos querido hacer un experimento parecido con nuestro hombre de campo, Antonio Castillo aquí en nuestro trabajo en el aeropuerto de Málaga. Antonio va a redactar una pequeña carta a un familiar intentando saltar la censura.

"Vine por la mañana al mismo sitio que ayer y que antes de ayer, pero nunca he estado aquí, la temperatura es la misma que hizo el año pasado pero un poco más, pero no mucho más que otras veces que hizo más, a veces también hace frío, y calor y todo lo contrario. La gente que no se ve por aquí son los mismos que vi ayer y que no veré mañana. La comida que nos sirven no es buena ni mala más bien más buena que mala, pero al revés. Cuando termino mi jornada laboral no recuerdo nada de lo que hice, así que me voy contento y feliz como una lombriz a mi casa, que no se donde está".

Tras estas palabras escritas por Antonio le decimos adiós mientras se va confuso con su camisa de fuerza más blanca que negra.
@maspomada

Jesús González.2015








domingo, 2 de agosto de 2015

Récord de supervivencia en un bote salvavidas.


El récord de supervivencia en un bote salvavidas se dio durante la Segunda Guerra Mundial. Su poseedor es un marinero chino llamado Poon Lim (1917-1991), integrante de la tripulación del mercante SS Ben Lomand, al ser hundido éste en aguas del Atlántico. 
El Ben Lomand cubría una larga ruta que iba de Port Said, en Egipto, a la Guyana Holandesa, haciendo escala en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. El 23 de noviembre de 1942, el submarino alemán U-172 lo avistó cuando navegaba a la altura de Brasil. Sin previo aviso, el mercante recibió el impacto de dos torpedos germanos. 
Poom Lim logró sobrevivir al hundimiento arrojándose al agua pertrechado de un chaleco salvavidas. Instantes después, las calderas estallaron, hundiéndose el buque con rapidez, sin dar tiempo a que la tripulación se pusiera a salvo. Lim se encontró flotando en el agua, rodeado de restos de barco. Al cabo de un par de horas, vio un  bote salvavidas que afortunadamente, se había desprendido del buque con las explosiones, y nadó hacia él, logrando subir. El era el único superviviente de los 47 marineros del Ben Lomand. En el bote encontró las provisiones necesarias para sobrevivir en caso de naufragio, como latas de galletas, chocolate, una gran bolsa de terrones de azúcar, así como un bidón de agua que contenía treinta litros de agua. El equipo se completaba con varias bengalas, dos botes de humo y una linterna.

En lugar de recurrir a las provisiones que tan generosamente la providencia había puesto en sus manos, optó por alimentarse del pescado que conseguía capturar gracias a un anzuelo improvisado con un alambre procedente de la linterna. Del mismo modo, ideó un sistema para recoger agua de lluvia.
Curiosamente, Lim no era buen nadador, por lo que decidió atarse a la barca con una cuerda que rodeaba a su tobillo, para no separarse de su nave en caso de que un golpe de mar lo arrojase fuera de ella.
Una fuerte tormenta vino a alterar drásticamente el método de supervivencia del náufrago chino. El oleaje le arrebató tanto el anzuelo como el agua que tenía almacenada. Así pues, Lim, desesperado, tuvo que recurrir a la captura de un pájaro para poder comer y calmar la sed bebiendo su sangre.

En dos ocasiones estuvo próximo a ser rescatado. En una de ellas, un carguero pasó lo suficientemente cerca como para verlo, pero paró a recogerlo. Otra vez, un escuadrón de aviones norteamericanos que sobrevolaba el área logró avistarlo; uno de los aviones lanzó una boya para señalar su posición. Pero desgraciadamente, una tormenta vino a irrumpir en las tareas de rescate, quedando de nuevo perdido en el océano.
Lim había comenzado a contar los días que llevaba en el mar haciendo nudos en una cuerda pero, al creer que el rescate se demoraría aún más, prefirió establecer un nuevo método de contabilización del tiempo, guiándose por la luna llena.
Finalmente, el 5 de abril de 1943, el náufrago avistó tierra. Era la costa de Brasil. Lim respiró tranquilo, porque sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que algún barco lo encontrase. Así fue, un pesquero portugués que faenaba en esas costas lo encontró. En ese momento se hallaba a 1.100 km del lugar en el que se hundió su barco. Lim había estado en el mar 133 días.
El pesquero lo trasladó al puerto brasileño de Belem, a donde llegaron tras un viaje de tres días. Lim pasó dos semanas en un hospital recuperándose; aunque había perdido casi diez kilos, su salud no se había visto muy deteriorada, pues podía caminar sin ayuda. 
El cónsul británico en Belem le facilitó el regreso a Gran Bretaña. Un vez allí, en donde fue recibido con todos los honores, Poom Lim fue condecorado por el rey Jorge VI con la Medalla del Imperio Británico. El relato de su épica lucha contra los elementos fue incorporado a los manuales de la Royal Navy como ejemplo a seguir en casos similares. Por su parte, la Ben Line Shipping Company, propietaria del barco hundido, le regaló un reloj de oro. 
Pese al buen recibimiento que le hicieron las autoridades británicas, Lim decidió tras la contienda emigrar a los EEUU. Sin embargo, la cuota para ciudadanos chinos había quedado ya cubierta; fue el senador Warren Magnuson el que , en atención al héroe, logró que se le proporcionase una dispensa especial para que pudiese instalarse en su país y conseguir la ciudadanía norteamericana. 

Para la historia quedaría la proeza de la que Poon Lim fue su involuntario protagonista, pero también una frase que repetiría en todas sus entrevistas: «Espero que nunca nadie tenga que romper este récord».


Bien amigos, aquí desde nuestro cuartel general en Duke St, Londres, nos hemos propuesto batir este récord del chino este. Hemos trazado mi buen arrendador, sir Alfred y yo, un plan que no puede fallar.
Vamos a soltar a nuestro héroe mundialmente conocido, Antonio Castillo vestido de pirata en una pequeña embarcación en la isla de Hanga Roa, por la Isla de Pascua queda esto. La pequeña embarcación es una góndola comprada de quinta mano para la ocasión. El equipo técnico y táctico para la consecución del récord consiste en: 


  • 4 paquetes de galletas príncipe.
  • 4 cartones de tabaco
  • una navaja multiusos sin multi, más bien una navaja de usos.
  • un peine
  • champú.
  • 2 rollos de papel higiénico
  • 1 sudoku
  • dos latas de atún con tomate
  • una suscripción anual a la revista Quo
  • un bañador largo y otro tipo tanga
  • un mapamundi de 2 ESO
  • una brújula, que vino de regalo con la suscripción.
  • una garrafa de 5 litros de agua del mercadona
Amigos, amigas, el 1 de junio a las 13 horas 1 minuto 1 segundo exactamente soltamos a la góndola que llevaba a Antonio en mitad del Pacífico, con el propósito de superar los 133 días y 1.100 kilómetros de Poon Lim. 

Tras pasar exactamente 498 días en el mar, y tras recorrer unos 20.001 kilómetros, Antonio apareció con su góndola en el lago Leman (Ginebra, Suiza). Nada más bajarse de su góndola, Antonio estaba fresco como una rosa y dio 35 conferencias de prensa, básicamente narraba como fue pasando el día a día en su embarcación.


  • Racioné las galletas hasta el límite, hasta que a la media hora de partir me quedé sin ellas y no tuve más remedio que alimentarme de medusas y algún que otro boquerón al limón que pesqué gracias a la caña de pescar que me fabriqué con el peine, el mapamundi y el sudoku, usando la hebilla del cinturón como anzuelo.
  • el agua se me acabó dos minutos antes de partir, fruto de la sed que me dio un paquete de pipas con sal que me regalaron en el puerto. Tuve que beber agua de lluvia que iba almacenando en las dos latas de atún vacías, que a su vez me servían de orinal.
  • Navegué por los todos los mares del mundo, peleé con las peores tormentas y vencí todas. Si Cristóbal Colón fue capaz de llegar a América, si Magallanes fue el primero en ir desde el Atlántico hasta el Pacífico, yo sabía que iba a ser el primer Castillo en partir del quinto coño y aparecer en mitad de Dios sabe donde, 498 días después.
Actualmente Antonio se encuentra recuperándose de su larga travesía en el aeropuerto de Málaga a 45 grados de temperatura. Si os perdéis en el mar y sois capaces de avisarle, él os encontrará en cualquier parte del mundo, de día o de noche, haga calor o frío, el mar no tiene secretos para él.
Muy buenas noches.



@maspomada

Jesús González.2015










martes, 14 de julio de 2015

Prison Break-Operación Roble. Liberar a Mussolini.


Muy buenas noches liberadoras. Hasta una cucaracha como fue Benito Mussolini tenía el derecho a ser rescatado. Hace poco que el Chapo Guzmán se fugó de una cárcel mexicana de altísima seguridad cruzando un túnel de tropecientos mil metros, en el que si ponen un poco más de empuje los constructores del mismo, podían haber puesto allí una línea de metro con McDonalds incluido, y es que las cosas si hay que hacerlas, que narices, que se hagan bien. Y para hacer bien las cosas nada mejor que la maquinaria alemana.

Bien amigos, pongámonos en situación. Benito Mussolini ha sido destituido por el Gran Consejo Fascista debido a los malos resultados en la guerra, y ha sido recluido en el Hotel Campo Imperatore, un lugar de difícil acceso al que solo se puede acceder con un funicular.

El paradero de Mussolini no resulta tan secreto como para que no llegue a oídos de los alemanes. Hitler ordena rescatarlo. A cualquier precio. No va a resultar fácil liberar a Mussolini, porque a la estación de esquí donde lo tienen recluido solo se llega en funicular o tras una hora de carretera infame, tan expuesta que una tropa que ascendiera por ella jamás pasaría inadvertida. Entonces llegaremos por el aire.
Va a liberar al Duce un comando de paracaidistas de la Luftwaffe al mando de Otto Skorceny, un capitán de las SS tan alto que tiene que agacharse para pasar por las puertas.
El gigante luce en el rostro la tradicional Schmiss o «cicatriz de honor», fruto de repetidos duelos estudiantiles sin protección facial. 
Skorceny se ha especializado en tareas difíciles como esta.

Llegaremos por el aire, en planeadores, y aterrizaremos delante del hotel, en la pequeña explanada- decide Skorceny-. El único peligro es que, al vernos llegar, los carabineri asesinen al Duce. 
El general Student, superior de Skorceny, tiene una idea.
Por ese lado no se preocupe, Hauptsurmfüher: previamente habremos secuestrado al general de los carabinei, Fernando Soletti. Responderá con su vida si alguno de sus hombres se descantilla.
Eficiencia alemana. Toman abundantes fotografías aéreas del lugar, allegan mapas de la zona, calculan distancias, vientos, configuración del terreno, trazan un plan.
El 12 de septiembre, el comando de doce planeadores DFS 230 aguarda a que aclare el tiempo y, sorteando las cumbres de los Abruzos, aterriza con cierta brusquedad en la meseta pelada del Gran Sasso, frente al hotel, a la hora en que los despreocupados carabinieri han terminado de almorzar y sestean o matan el tiempo en su supuestamente inaccesible cima.
Alguien que ve llegar a los planeadores una tras otro da la alarma. El oficial a cargo se precipita sobre el teléfono para informar a la superioridad, pero no hay línea. La ha cortado otro comando alemán, este terrestre, que ha tomado la vecina estación de esquí de Assergi.
Los paracaidistas de Skorceny avanzan y llevan consigo, en el pelotón delantero, al aterrorizado Soletti. Los carabinieri reconocen a su jefe máximo y se abstiene de disparar. Tampoco es que tuvieran muchas ganas, la verdad sea dicha.
Alertado por el revuelo, Mussolini se asoma a la ventana de su habitación. Skorceny lo ve, irrumpe en el edificio seguido por sus hombres y sube las escaleras de tres en tres. 
-Venimos a liberarlo de parte del Führer- dice el gigante cuadrándose ante el prisionero. 
-Yo sabía que el Führer no me abandonaría- responde Benito con los ojos arrasados en lágrimas.

No quiero imaginarme o quizás si, como fue la fuga del Chapo Guzmán. La planificación, la logística , la de gente que habrá implicada, sobornada, coaccionada, aterrorizada, etc...Mientras el Chapo disfruta de unas vacaciones en algún lugar paradisíaco esperamos enterarnos pronto a través de nuestro corresponsal en América y el resto del mundo, Antonio Castillo de como se realizó la fuga paso a paso. Ya lo tenemos trabajando en México, más concretamente en el corazón de Jalisco. Lo tenemos recopilando información por los suburbios, sus credenciales de corresponsal de maspomada news le protegen de cualquier ataque o intento de secuestro o algo más. Pronto tendremos el informe en nuestras manos.

Un saludo a todos.
@maspomada

Jesús González.2015








miércoles, 8 de julio de 2015

Desde Duke St. El Proyecto Sunshine.


Muy buenas noches una vez más.
En este blog hemos podido contar historias bastante raras, pero como la de hoy pocas.

El ejército de los EEUU se planteó y llegó a realizar estudios para fabricar una bomba que provocara la homosexualidad en el enemigo con la finalidad de minar la moral y la disciplina de las tropas. La idea que se trató de desarrollar fue la creación de bombas que lanzaran agentes químicos capaces de alterar las hormonas y hacer que los soldados se sintieran irresistiblemente atraídos entre sí, hasta el punto en que olvidarían en motivo por el que se hallaban en el campo de batalla y se dedicaran a flirtear con sus compañeros. El proyecto, que fue presentado en el Pentágono en 1994, contaba  con un presupuesto previo de 7,4 millones de dólares para el desarrollo y producción masiva durante seis años de esta arma. En 1994 el Laboratorio Wright de las Fuerzas Aéreas de los EEUU, en Ohio, realizó una propuesta de tres páginas con una serie de posibles armas químicas no letales, que terminaría en manos del llamado Proyecto Sunshine (incluidas notas al margen y erratas) gracias a una petición de documentos oficiales basada en la Ley de Libertad de Información. En una frase del documento se sugiere que un afrodisiaco fuerte podría ser lanzado sobre las tropas enemigas, teóricamente, con una sustancia que produjera «comportamientos homosexuales». El arma afrodisíaca fue descrita como «desagradable pero completamente no letal». En la sección «Nuevos descubrimientos necesarios», el documento implícitamente reconoce que existían, ni existen, productos químicos de este tipo. El documento también incluye otras ideas no convencionales, como rociar a las tropas enemigas con feromonas de abejas y luego esconder muchas colmenas en el área de combate, o rociar a los enemigos con una sustancia que provocara halitosis o mal olor, para hacerlos fácilmente identificable.

En nuestro laboratorio aquí en Duke St. hemos podido acceder a una pequeña muestra guardada por sir Alfred, que perteneció al staff del proyecto en cuestión. Y como no, la hemos probado con nuestro probador oficial titulado, es decir, Antonio Castillo. Le hemos rociado sin que se diera cuenta una ínfima cantidad del mejunje este y lo hemos soltado en el centro de Londres. Resultado; el caos se apoderó de Londres, no solo salió su vena gay sino que también estaba en celo e intentó violentar sin éxito al primer ministro a su paso por Downing St. Antonio se recupera actualmente con una tarifa plana en la maison amour.
@maspomada

Jesús González.2015

sábado, 4 de julio de 2015

Duke´s st. El origen de la mala leche.


Muy buenas noches amigos.
Todos sabemos ya a estas alturas que la mala leche está ahí en el aire, se puede palpar, se puede sentir. Nosotros desde nuestra nueva sede aquí en Londres hemos estado trabando día y noche con muy mala leche para dar con el epicentro de la misma, el origen de esa mala leche que campa por todos los lados y que afecta a unos y a otros por igual.

Hemos podido descubrir que a mediados del siglo XVI, un señor autodenominado demonologista publicó un libro titulado De Praetistigiis en el que daba un repaso a todo el imperio infernal, llegando a la conclusión de que existían cerca de 7.500.000 de demonios, distribuidos en 1.111 once legiones, mandadas por 72 príncipes infernales. También hacía referencia a los seres sobrenaturales que, desde siempre, se habían encargado de atormentar a los hombres, y que procedían de los desiertos, las profundidades del mar, las cimas de las montañas y las ciénagas.

Así que ya sabéis, a partir de ahora cuando notéis que el ambiente está tenso, mirad a vuestro alrededor y fijaos a ver si veis a uno de esos 72 príncipes infernales, o a uno de tantos hijos de las tinieblas.
@maspomada

Jesús González.2015








viernes, 3 de julio de 2015

Desde Duke´s St. Tsunami de cerveza


Buenas noches, sir Alfred nos contó hace poco una historia un tanto curiosa ocurrida en 1814 que merece la pena contar por aquí.

El 17 de octubre de 1814, cuando aún el jóven Alfred contaba con 65 años de edad, uno de los toneles de fermentación de la cervecería londinense Meux & Company Brewery explotaba, debido a la falta de mantenimiento, causando estragos. La explosión expulsó miles de barriles que colisionaron contra otros toneles abriendo literalmente miles de filtraciones de cerveza. 
Pasaron sólo unos segundos hasta que, por la simple fuerza de la gravedad, el mar de alcohol (formado aproximadamente por 1.468.000 litros de cerveza) tomara rumbo hacia el empobrecido barrio de St. Giles. El tsunami cervecero derrumbaría dos casas y arrasaría las pertenencias de docenas de personas; incluso hundiría la parte superior de un pub cercano, atrapando durante varias horas a una camarera. De las nueves personas que murieron, ocho perecieron ahogadas en cerveza, y una novena debido a una intoxicación alcohólica.

Mi secretario Antonio Castillo ha querido demostrar al señor Alfred que esto es imposible, que nadie perecería y que él saldría ileso de una catástrofe similar. Para ello nos hemos trasladado a la fábrica de cerveza Guinnes en Dublin. El señor Alfred que también fue técnico en detonaciones y explosivos durante al Primera Guerra Mundial, le ha metido suficiente explosivo para echar abajo la misma.
Lo único que pidió Antonio fue una jarra de cerveza. Al grito desgañitado de Antonio, el ya clásico Ahooooooooooooooooooooooooraaaaaaaaaaaaaaaaa !!!!!! detonó el señor Alfred los explosivos.
Un gran estruendo se apoderó de Dublin, la ola de cerveza negra invadía media Irlanda, unos 46.456.001 litros de cerveza negra inundaban Irlanda, una catástrofe. Tras unos ocho minutos y dos segundos interminables, y después de bajar la ola, por fin pudimos ver a Antonio nadando entre un mar negro y espuma. No hizo falta socorrerle, el tío mantenía la jarra en su mano derecha, nos miró, se subió el pantalón que enseñaba medio culo, se limpió las gafas que estaban empañadas, tosió un par de veces, encendió un chester mojado y dijo; «Alfredo, pídeme un taxi que me voy pa casa».

Muy buenas noches a todos.
@maspomada

Jesús González.2015

lunes, 29 de junio de 2015

No es lo mismo una Ke-kou-ke-la que una Ko-kou-ko-le


Dicen los que entienden que el idioma chino es el futuro, así que nosotros queremos poner nuestro granito de arena esta noche.

El idioma chino funciona a partir de ideogramas y no de un alfabeto fonético, lo que llevó de cabeza a los directivos de coca-cola durante meses mientras trataban de decidir con qué nombre comercial lanzarían en aquel país su refresco estrella. Comenzaron llamándolo «Ke-kou-ke-la» hasta que, tras imprimirla en millones de anuncios, supieron que la frase significaba algo así, como «muerde el renacuajo de cera». Al final, después de repasar más de 40.000 caracteres chinos, dieron con la clave: «Ko-kou-ko-le», que se traduce como «felicidad en la boca».

Era de vital importancia averiguar como se pide la coca cola en china, porque desde que sabemos que nuestro Antonio Castillo merodea el bar de Xiun-Gran-Na-bo aquí por Málaga, necesitaba saber como se pide una refrescante coca-cola con JB en chino, y ahora podemos afirmar que Antonio entra con cara de póker en el bar de Xiun, lee el faro de Shangai y pide en un perfecto chino mandarín, kekoukele JB !!!, lo que no sabe Antonio es que la coca cola es de la marca del carrefur y el JB es en verdad JV.

Un saludo a todos.
@maspomada

Jesús González.2015






domingo, 28 de junio de 2015

Desde Duke´s St. en Richmond ( London ). Terremoto de san Francisco !!!


Muy buenas noches una vez más.
Mi genial compañero de aventuras Antonio Castillo y yo nos hemos mudado a un pequeño loft en el exclusivo barrio de Richmond, más concretamente en Duke´s st. esquina con George st, que a su vez hace esquina con King´s st que a su vez hace esquina con algo. Hemos montado nuestra base de operaciones en la cocina, que es el lugar que más nos gusta y en el que disfrutamos como cerdillos truferos. El arrendador es un viejo militar jubilado del ejército inglés, un tal sir Alfred Downing Lancaster III. Este señor luchó en la Primera Guerra Mundial y a día de hoy con sus 146 años se conserva de maravilla, corre 12 kilómetros, nada, hace senderismo, paracaidismo y cada mes de julio se nos va a los san fermines, menudo es Alfredo, que dice que el secreto para llegar a su edad en tan buen estado es tomarse cada día una deliciosa infusión de orujo con menta y una lágrima de Martin Miller para desayunar y después tomarse cinco copas de coñac con moderación.
Dejando la presentación de nuestro arrendador a un lado, hoy vamos a hablar de uno de los peores terremotos sufridos, más concretamente el de San Francisco en 1906.

En la madrugada del 18 de abril de 1906 los californianos de San Francisco no sabían la que se les venía encima o más bien debajo en el subsuelo. En apenas unos minutos, un terremoto y los incendios posteriores les destruyeron más de media ciudad, les mataron a tres mil ciudadanos, dejaron a doscientos y pico mil sin casas y les metió un miedo en el cuerpo que todavía no se les ha ido. No hay día que no piensen en la que se les vendrá encima con el Big One. 
El terremoto de San Francisco tuvo una magnitud calculada entre 7 y 8; no se pudo precisar en aquel momento porque el señor Richter sólo tenía seis años aún. Es más, en aquel 1906, ni sabían lo que era la magnitud, ni que por debajo de San Francisco pasa una de las fallas más activas del mundo, a la que pusieron el nombre de apóstol, San Andrés; y ni mucho menos sabían qué era aquello de la tectónica de placas.
Al menos para eso sirvió el terremoto, porque aquel cataclismo fue el punto de partida para el estudio de las causas de los seísmos. Y las causas ya las tienen claras, y mucho más las consecuencias, pero la asignatura que aún está por aprobar es la de la predicción. Predecir un terremoto es, hoy por hoy, ciencia ficción. 
Lo peor del terremoto de San Francisco no fue la sucesión de temblores, sino los incendios que se desataron y que estuvieron devorando la ciudad durante cuatro día. El cálculo de muertos fue muy optimista al principio. Cuatrocientos y pico, dijeron, pero es que se habían olvidado de contar a los cientos y cientos de víctimas de los barrios chinos. Las cifras revisadas en 2005 hablan de tres mil muertos, y lo peor es que murió mucha más gente en los incendios que por el terremoto. Porque al final resulta que los terremotos son prácticamente inofensivos. Hasta el más fuerte de los registrados, si nos pillara en mitad del campo, como mucho nos sentaría de culo. Ya lo dicen los geólogos, el terremoto no mata, matan los edificios. De hecho, la falla de San Andrés provoca diez mil terremotos al año y ni se enteran.

Amigos, nos despedimos,  que esta noche sir Alfred va a narrar su participación en la batalla de El Burj, en el restaurante del hotel Savoy. Se ha vestido con su uniforme de gala, sable en mano junto a su quiropráctico nos va a realizar una pequeña demostración de unas 16 horas y 1 segundo de lo que fue aquella batalla. 

Un saludo a todos y en especial a Alí Reyes, que aún sigue tras la pista del montaje fotográfico del general McArthur en Filipinas. 
@maspomada

Jesús González. 2015














domingo, 21 de junio de 2015

hablemos de: Nicolás Salmerón


Muy buenas tardes, en estos tiempos que corren en el que la credibilidad de los políticos está en entredicho, queremos rendir homenaje a uno de los mejores políticos que ha tenido la historia de España, Nicolás Salmerón.

Uno de los políticos más íntegros y honrados que ha tenido este país se llamó Nicolás Salmerón. Es de suponer que por eso duró sólo dos meses en la precedencia de la Primera República. No temía al rey ni a Dios; sólo tenía miedo de traicionar su conciencia, por eso el epitafio que reza en su magnífico panteón del cementerio Civil de Madrid, el más bonito de la necrópolis, el que atrapa la mirada del visitante nada más entrar, es uno de los más célebres y celebrados: «Dejó el poder por no firmar una sentencia de muerte».
Fue un 20 de septiembre de 1908 cuando Nicolás Salmerón se largó de este mundo mientras estaba de vacaciones en los Pirineos franceses. No tuvo tiempo de sufrir el estrés pos vacacional. El traslado de sus restos en un tren especial desde el sur de Francia hasta Madrid fue, como porro, apoteósico, pero es que su llegada a la capital colapsó la ciudad. Todos los diputados, todos, interrumpieron la sesión del Congreso, aquel que presidió Salmerón en tres ocasiones, para salir a las escalinatas de la Carrera de San Jerónimo e inclinar la cabeza al paso del féretro.
Era lo menos que podían hacer por un tipo que se había partido la cara en voz alta y sin tapujos por la educación en España. La contundencia de sus planteamientos provocó que los Borbones del siglo XIX se la tuvieran jurada. Dijo el temerario Salemerón: «Sabéis lo que cuesta la Monarquía...el mantenimiento de una familia? Pues trece millones de pesetas. ¿Sabéis qué se paga en España por el mantenimiento de todos los Institutos de la Segunda Enseñanza? Pues diez millones de pesetas. Es decir, que vale más mantener la persona del monarca que educar a la nación». Después, evidentemente, lo echaron. Porque tenía razón.
@maspomada

Jesús González. 2015

miércoles, 17 de junio de 2015

Los primeros no fueron los primeros, ni los segundos, ni nada de nada.


Muy buenas tardes de junio a todos una vez más. 

El tema de hoy trata a cerca de aquellos héroes que levantaron una bandera jugándose la vida y que por culpa de que no hubiera un fotógrafo cerca nadie inmortalizó la foto para la historia, lo que sigue a esto es que pasada la tempestad, envían a otros soldados distintos y vuelven a recrear la foto pero ya sin ningún peligro hacia sus personas porque la situación no es la misma que unos días antes.
Ocurrió en Iwo Jima con la famosa foto de los marines norteamericanos levantando una bandera en el monte Suribachi, en la que pocos días después enviaron a un fotógrafo a inmortalizar la foto pero con distinto personal. Y también ocurrió en el Reichstag, Berlín.


El primer soldado soviético en subir a la azotea del Reichstag y plantar la bandera roja en el emblemático edificio de Berlín, fue Mijail Petrovich Minin (1922-2008).
Minin, acompañado de tres hombres y corriendo un gran riesgo porque la resistencia alemana no había sido todavía sofocada, consiguió subir al tejado a las 22:40 horas del 30 de abril de 1945. Minin fue ayudado por sus compañeros a subir a la estatua de una caballo y pudo plantar allí la bandera, atada a una cañería. Por desgracia para ellos, en ese momento no había ningún fotógrafo para captar la histórica escena con su cámara. 
El fotógrafo de guerra Yevgueni Jaldei (1917-1997), de la agencia de prensa TASS, recrearía la escena el 2 de mayo, cuando el Reichstag estaba ya asegurado. Jaldei pidió a varios soldados que posasen colocando la bandera en la parte más alta del edificio, y ésa fue la escena que quedó inmortalizada. Posteriormente, en el laboratorio, Jaldei añadió a la imagen densas columnas de humo para dar la sensación de que los combates seguían en la calles berlinesas en el momento que fue tomada la foto.
Aunque Stalin había prometido el título de Héroe de la Unión Soviética a los primeros que izasen la enseña sobre el Reichstag, Minin y sus hombres tuvieron que conformarse con la Orden de la Bandera Roja, ya que no se les reconoció oficialmente ese mérito. Quien sí recibiría el heroico título sería el sargento georgiano Meliton Kantaria (1920-1993), que era el que aparecería plantando la bandera soviética en las fotos tomadas el 2 de mayo por Jaldei, demostrándose que no siempre el primero es quien se lleva la gloria.



Creo que uno de los ejemplos más injustos por su trascendencia fue el de Juan Rodríguez Bermejo, alias Rodrigo de Triana, por ser la primera persona en ver Tierra durante el viaje con Cristóbal Colón. Colón prometió 10.000 maravedíes al primero que divisara tierra y éste que iba en la Pinta, por delante de la carabela de don Cristóbal, divisó la isla de Guanahaní. Sería para haber visto a Rodrigo pegando gritos como un loco, desgañitado y señalando con el dedo, tuvo que ser un espectáculo, pues bien, cuando Rodrigo reclamó la recompensa, Cristóbal le dijo que tururú que te vi, que él fué el primero el que divisó tierra. Con un cabreo de mil pares, Rodrigo se fue al norte de Africa y allí terminó sus días convertido al islamismo. Gracias a la crónica de alcance de de fray Bartolomé de las Casas pudo poner las cosas en su sitio.

Por motivos como este mi secretario Antonio Castillo y yo siempre llegamos a los sitios ni un poco antes ni un poco después, más bien antes de que luego, pero no luego de antes, sino más bien lo contrario; es decir, llegamos cuando nos sale de los coj...

Feliz Verano a todos !!!
@máspomada

Jesús González.2015











viernes, 3 de abril de 2015

Historias de la Segunda Guerra Mundial.Los pactos de Munich y un poco más


Muy buenas noches a todos. En este año que se cumple el 70 aniversario de la presunta muerte del mayor carnicero de la historia, Adolf Hitler queremos hablar hoy de lo que fueron los pactos de Munich.

Si hubo un hecho que convenció al perturbado de Hitler de su omnipotencia ante Europa, ése fue el que se produjo el 29 de septiembre de 1938. Se firmaron los nefastos pactos de Munich, aquellos que permitieron al Führer invadir Checoslovaquia con el beneplácito europeo. Checoslovaquia era una Estado surgido de la disolución del Imperio austrohúngaro, tras la primera guerra mundial. El gobierno checoslovaco esperaba que sus padrinos Francia e Inglaterra, le pararan los pies a Alemania. Mussolini adoptó el papel de gran estadista europeo y se ofreció como mediador. Todos los implicados se mostraron conformes. Los líderes de Alemania, Francia, Inglaterra e Italia se reunieron a conferenciar en Múnich. Sospechosamente a Checoslovaquia no le invitaron, y eso que el asunto tratado le atañía a ella. «Bastantes problemas tiene Europa como para añadirle uno más. Después de todo lo que pide Hitler son unas tierrecillas de nada habitadas por alemanes que no quieren pertenecer a Checoslovaquia. Concedámosle que tiene derecha a ellas. Así lo apaciguamos y evitamos males mayores».
La revista americana Time proclamó a Hitler «hombre del año» de 1938 y le dedicó la portada. No era para menos: había añadido a Alemania 114.000 km2 y once millones de habitantes. Menos sensato parece que el parlamentario sueco E.G.C Brandt propusiera a Hitler para el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento por los Acuerdos de Múnich.


Envalentonado por la pusilanimidad de las democracias, Hitler decidió ocupar el resto de Checoslovaquia. Las regiones checas de Bohemia.Moravia y Eslovaquia «se hallaban dentro del ámbito de los intereses vitales del Reich». Dicho de otro modo, no solo los Sudetes, lo queremos todo !!!.
Alarmado, el anciano presidente checoslovaco Emil Hácha solicitó entrevistarse con Hitler. Hácha acudió a la llamada de Hitler acompañado de su bella hija y de su ministro de Exteriores, Frantisek Chavalovsky. El tren llegó a Berlín con más de una hora de retraso porque tuvo que dejar paso a diversos convoyes militares que se dirigían precisamente a Checoslovaquia con ánimo de invadirla.
En el hotel Adlon, alojamiento habitual de mandatarios extranjeros en tránsito, la hija de Hácha encontró flores y bombones con una tarjeta manuscrita de Hitler, todo un detalle.
No habían terminado de deshacer las maletas cuando recibieron la visita de Ribbentrop, el altivo ministro de Exteriores, que les entregó un pliego con las condiciones que imponía el Führer: Checoslovaquia debe someterse a Alemania en calidad e protectorado o atenerse a las consecuencias. A la 1.15 de la madrugada convocó al anciano Hácha y a su ministro. No iban a ser unas conversaciones diplomáticas, sino un atraco a mano de una cuadrilla de matones. 
Ante la mirada atónita de los diplomáticos checos, aparece una vasta estancia de 400 m2, el tamaño de dos canchas de tenis, forrada de ricas maderas y cubierta por un elaborado artesonado. Le dan luz cinco enormes ventanas que van del suelo al techo y se asoman a los jardines de la cancillería. Al fondo, cerca del amplio ventanal, aguarda Hitler sentado detrás de una mesa escritorio de cuatro metros por dos.
Hácha y su ministro se aventuran sobre la enorme alfombra que los separa del escritorio de Hitler. El Führer ha tenido la deferencia de levantarse para saludar fríamente a sus visitantes. Lo acompañan Göring, Ribbentrop y general Keitel. La seguridad de Alemania requiere la incorporación de Checoslovaquia a su territorio. Si no le entregan el país pacíficamente , lo tomará por la fuerza. ¿Cuándo? Hoy mismo. No hay tiempo para pensárselo, porque la maquinaria militar está ya en marcha: a las 6 am, ni un minuto más tarde, el ejército invadirá  Checoslovaquia. 
El pobre de Hácha debido al susto, casi no lo cuenta en ese momento, y gracias a una de las famosas inyecciones del matasanos particular de Hitler, el doctor Morell se recupera. En ese momento le ponen un teléfono en sus manos. Al otro lado están sus ministros en Praga. -Avíseles que se opongan a la entrada de las tropas alemanas. Nuevo desfallecimiento del anciano, nueva inyección. Medio muerto por fin firma el protocolo por el que acepta la ocupación de su país.
Amanece el día 15 de marzo de 1939. Las tropas alemanas ocupan el resto de Chequia, que se entrega sin resistencia. en adelante será el Protectorado de Bohemia-Moravia. La menos desarrollada Eslovaquia queda como Estado satélite de Alemania. 
Los alemanes estaban entusiasmados, el Reich había ampliado su territorio sin disparar un solo tiro y con el permiso de Inglaterra y Francia, porque con el de Italia ya lo tenía de sobra. Polonia sería el siguiente objetivo pero eso será en otro capítulo.

Un último apunte; de dónde viene todo ese odio de los alemanes a los judíos?.El alemán ario estaba prácticamente por debajo del judío en todo: esa es la clave. La envidia y el rencor de los desposeídos es uno de los argumentos con que los psicoanalistas explican el antisemitismo alemán:

«El odio al judío, en el alemán medio, era sobre todo una compensación imaginativa. Permitía al antiguo soldado sin trabajo, al zapatero sin clientela, a toda esa pobre gente arruinada, vencida, humillada, creerse víctimas de una conjura mundial, y considerarse, a pesar de todo, superiores al profesor judío bien pagado, y cuyas obras de ciencia se traducían a todas las lenguas. Hitler captó un odio abstracto, latente en un pueblo, y con su lógica de paranoico lo impulsó a consecuencias que ese pueblo no quería realmente, y que, en consecuencia, se esforzó largamente para no ver, y que luego rechazó con horror al conocerlas».
Muy buenas noches a todos. 

@maspomada

Jesús González.2015

miércoles, 25 de marzo de 2015

algunos hombres buenos y cabreados: la teoría del caos y un poco más.


Muy buenas noches nocturnas en estas oscuras horas. 
Desde nuestras oficinas aquí en Covent Garden, mi socio y colaborador Antonio Castillo y yo nos hemos puesto manos a la obra para poder contar un episodio un tanto curioso que sucedió aquí en Londres allá por el 1809, y es que como Antonio tiene muy buena memoria se acuerda de todo. Comencemos !!!

El 27 de noviembre de 1809, a las cinco en punto de la mañana, un deshollinador llegó para limpiar las chimeneas del 54 de la calle Berners, hogar de la srta. Tottenham. La sirvienta que abrió la puerta le informó de que no se había requerido a deshollinador alguno y el hombre, decepcionado se fue por donde había llegado. Unos momentos después otro deshollinador se presentaba en la puerta, luego otro, y otro, y así hasta un total de doce. Tras haber sido despachado el último de ellos, una flota de carros transportando grandes cantidades de carbón empezó a llegar, seguida de una serie de pasteleros portando tartas de boda, seguido de doctores, abogados, vicarios y sacerdotes convocados para dar la extremaunción a alguien que se estaba muriendo. Pescaderos, zapateros y una docena de pianos fueron lo siguiente en aparecer, junto con seis fornidos hombres transportando un órgano, Dignatarios incluyendo el gobernador del Banco de Inglaterra, el duque de York, el arzobispo de Canterbury y el lord mayor de Londres también se presentaron. Las estrechas calles del contorno pronto quedaron congestionadas con descontentos comerciantes y curiosos. Entregas y visitas continuaron hasta entrada la noche, llevando a una gran parte de Londres a su paralización. Luego se supo que el conocido bromista Theodore Hook (1788-1841) había apostado con su amigo Samuel Beazley que podía transformar cualquier casa de Londres en aquella de la que más se hablase durante una semana. Para conseguir su objetivo, había enviado cuatro mil cartas haciéndose pasar por la srta Tottenham, requiriendo entregas, visitantes y ayudas. Hook se había situado en la casa de enfrente al 54 de la calle Berners y él y su amigo habían pasado un día entretenido viendo cómo crecía el caos.

Y es que más que el caos, lo que hubo fue muy mala leche.
Un saludo a todos.

@maspomada

Jesús González.2015 







domingo, 22 de marzo de 2015

hablemos de...Philippe Petit


Muy buenas tardes a todos.
Cuando Felix Baumgartner decidió saltar desde el techo del cielo para dejarnos boquiabiertos, muchos pensamos que estaba loco, ¿cómo iba a saltar un hombre desde semejante altura sin matarse?, ¿qué es lo que lleva a una persona a hacer eso?, pues simplemente creo que lo que le lleva a alguien a realizarlo es romper sus límites, denostarse a sí mismos que son capaces de todo. Sin gente como ellos no existirían las hazañas.
Esta tarde se la queremos dedicar a Philippe Petit (1949) que también rompió sus límites con lo que hizo, comencemos !!!

En la mañana del 7 de agosto de 1974, el joven funambulista francés de veinticuatro años Philippe Petit caminó sobre un alambre tendido a 409 metros de altura entre las infaustas Torres Gemelas de Nueva York. Para lograr esta hazaña, utilizó un cable de 450 libras (más de 204 kg) y un contrapeso personalizado de 7,9248 metros de largo y unos 25 kg de peso. Su hazaña le llevó seis años de planificación, durante los cuales Petit aprendió todo lo que pudo sobre los edificios, pareciendo problemas tales como el balanceo de las torres por el viento o como el de llevar el cable de acero a través del hueco de 42,672 metros que separaba las torres. Para poder acceder a las torres, falsificó tanto para él como para sus colaboradores tarjetas de intensificación como contratistas que estaban instalando una valla electrificada en la azotea. Petit y su grupo pudieron subir en un montacargas hasta el piso 104, llevado con ellos el equipo necesario el día antes del paseo y fueron capaces de almacenarlo a tan sólo 19 escalones de la azotea. Para poder pasar el cable a través del vacío decidieron usar un arco y una flecha; primero dispararon un sedal, para posteriormente disparar cuerdas cada vez más gruesas hasta que fueron capaces de pasar el cable de acero de 450 libras. Usaron vientos para estabilizarlo y reducir al máximo su balanceo. El 7 de agosto de 1974, poco después de las 7:15 de la mañana, Petit partió de la torre sur sobre su cable de acero. Cruzó ocho veces de un lado a otro, en los 45 minutos que duró su aventura. Durante ese tiempos, además de caminar, se sentó sobre el cable, hizo una reverencia y hasta habló con una gaviota que volaba sobre su cabeza. La primera persona en darse cuenta de ello fue una mujer afroamericana que salía del metro y creyó distinguir una figura diminuta entre las nubes. Al cabo de unos minutos, media policía de Nueva York se encontraba en los alrededores del World Trade Center sin dar crédito a lo que tenían ante los ojos. El sargento Charles Daniels, del Departamento de Policía de la Autoridad Portuaria, que fue enviado para hacer descender a Petit, contó posteriormente su experiencia: «Cuando nos vio, sonrió y comenzó a reír, iniciando una danza sobre el cable...Cuando llegó al edificio, le pedimos que bajara de la cuerda, pero en lugar de eso se dio media vuelta y corrió de nuevo hacia la mitad,...donde se balanceó arriba y abajo. Sus pies perdían contacto con el cable y volvían a colocarse de nuevo sobre él. Realmente increíble. Todos estábamos hechizados viéndole»


Finalmente, Petit fue advertido por su amigo en la torre sur de que un helicóptero de la polca vendría a sacarle del cable. Había comenzado a llover y Petit pensó que ya se había corrido suficientes riesgos, por lo que decidió entregarse a la policía, que le esperaba en la torre sur. Fue arrestado nada más bajar del cable. La policía, provocada por sus mofas mientras se encontraba sobre el cable, lo esposó y lo arrojó por unas escaleras; algo que posteriormente Petit describiría como la parte más arriesgada de la acrobacia.


Su audaz actuación provocó titulares en todo el mundo. Al ser preguntado por el motivo de la hazaña, Petit diría: «Cuando veo tres naranjas, hago malabares; cuando veo dos torres, las cruzo». La inmensa repercusión mediática y admiración pública  del número tuvo como resultado  la retirada  de todos los cargos  que se le habían imputado. La Corte, sin embargo, condenó a Petit a realizar un espectáculo para los niños de Nueva York, que transformó en un nuevo ejercicio de funambulismo, esta vez en Central Park, sobre el lago Belvedere (hoy Turtle Pond)


Esta ha sido la historia del grandísimo Philippe Petit, que maravilló durante un buen rato a medio mundo e hizo soñar con lo imposible. 
Feliz tarde a todos.


@maspomada

Jesús González.2015


sábado, 21 de marzo de 2015

Rasputín Versus el resto del mundo.


Si hay algo seguro en este mundo es que todos tenemos fecha de caducidad; es decir, todos vamos a morir, sin distinción de ricos, pobres, guapos, feos... todos excepto una persona, Rasputín !!!.
Evidentemente sabemos que murió, pero sabemos de qué manera lo hizo?, esta tarde lo vamos a saber.

El príncipe Yusupov hizo preparar un pastel impregnado de una dosis de cianuro capaz de matar a veinte personas y, para mayor seguridad, vertió el mismo veneno en el vaso destinado a Rasputín. Sin embargo, a pesar de que el cianuro sólo puede tardar unos minutos en hacer efecto, Rasputín siguió sintiéndose muy bien durante dos horas. El príncipe estaba desesperado y Rasputín pidió algo para beber. Decidido a terminar de una vez, Yusupov tomó su revólver y le disparó a quemarropa. Con el ruido, los cómplices salieron de sus escondites; un médico examinó a Rasputín y determinó que aún estaba vivo. Al poco, su respiración se detuvo y sus asesinos bajaron su cuerpo al sótano del palacio, unos minutos después, Rasputín se levantó, intentó estrangular a Yusupov, que se defendió a bastonazos y salió a la carrera al exterior. Fueron necesarias cuatro balas más para que cayera al suelo, donde varios golpes de garrote le rompieron el cráneo. Los conjurados envolvieron el cuerpo y lo lanzaron al río Neva. Cuando se encontró el cadáver en el agua, se constató que Rasputín había muerto...Ahogado !!!

Interesante la historia del tipo este también llamado en su mundillo "el monje loco", que por lo visto tenía una mirada tan penetrante que podía hipnotizar a cualquiera, y no entremos en detalles del tamaño de su miembro viril, que se conserva en algún sitio y lo tienen metido en una nevera de esas de la playa, porque no les cabía en un tarro de muestras.
 Normal que tuviera encandilada a la zarina  Alejandra Fiódorovna, normal...
@maspomada

Jesús González.2015


Algunos hombres buenos y cabreados. Soy de Idaho y qué !!!


Muy buenas tardes lluviosas a todos. 
Debido a que nuestro compañero Antonio Castillo se negaba a que entrara la primavera, convenció al hombre del tiempo para enviar unas cuantas tormentas por aquí por Málaga para prolongar un poquito más el invierno.
En esta tarde sombría y gris, lluviosa e irritable en la que se queda uno embobado viendo al lluvia por la ventana, hemos decidido reunirnos en una base de operaciones y hacer un minucioso informe a cerca de uno de los estados de EEUU de América; es decir, van a pillar rasca los de Idaho.
Para quien no lo sepa, Idaho está situado al noreste de EEUU y es el estado número 43.

Hacia 1860, el senador estadounidense George M. Willing bautizó con el nombre de "Idaho" a la extensa región minera de Pike´s Peak, aduciendo que dicha palabra significa en lengua shoshoni (sí, habéis leído bien, shoshoni) "perla de la montaña". El Congreso de los EEUU, al hacer las oportunas averiguaciones, llegó a la conclusión de que esa traducción no era correcta y decidió llamar al territorio «Colorado» por el nombre del río que la atraviesa. Sin embrago, el topónimo Idaho quedó ahí y, dos años después, cuando hubo que buscar un nombre a nuevo territorio del noroeste de la costa del Pacífico, alguien lo recordó y lo propuso, de manera que se aceptó en 1863. Cuando el territorio fue elevado a la categoría de Estado de la Unión, en 1890, se mantuvo su nombre. Sin embargo, posteriormente algunos historiadores han afirmado que esa palabra significa en el idioma aborigen "mierda de búfalo".

Así que si conocéis a alguien de Idaho ya sabéis de donde proviene su nombre. Y es que nunca deberíais fiaros de los shoshonis de los huevos.

Feliz tarde a todos.
@maspomada

Jesús González.2015



viernes, 20 de marzo de 2015

hablemos de...Alan Turing.


Muy buenas noches de nuevo. Hoy que ha sido eso del eclipse y dado que en Málaga estaba lloviendo a cántaros y estaba el cielo nublado, no nos hemos enterado ni del eclipse ni de nada. Hemos aprovechado para repasar nuestras notas y apuntes en nuestra más que amplia biblioteca, en la que poseemos un kindle con la leche de volúmenes y mucho espacio para rellenar en las baldas.

Bien amigos, no hace mucho rendimos homenaje a Joan Puyol (Garbo), que tras hacer de agente doble durante la Segunda Guerra Mundial, salvó muchísimas vidas entre otras cosas por hacerles creer a los nazis que el desembarco no iba a ser en Normandía. Hoy queremos rendir homenaje a un señor que quizás algunos de vosotros ni hayáis oído hablar de él, pero también salvó otras tantísimas vidas. Su nombre, Alan Turing. Comencemos !!!

Para el que no lo sepa, las órdenes, mensajes, etc, que enviaban los submarinos alemanes, buques, aviones etc, durante la Segunda Guerra Mundial, se hacían a través de un sistema encriptográfico casi imposible de descifrar, por no decir imposible. Era de vital importancia para el desenlace de la guerra averiguar esos códigos y así poder descifrar los mensajes, ya que estos lobos del mar estaban destruyendo infinidad de buques de guerra y civiles, entre otras cosas no permitiendo el abastecimiento de Inglaterra. 
Gracias a que la resistencia polaca pudo hacerse con una de esas máquinas, la enviaron a Inglaterra y allí empezó el trabajo de desencriptación.
Con los datos facilitados por los polacos, los ingleses fabricaron su propia versión de la máquina Enigma, a la que llamaron Ultra.
En Bletchley Park habían instalado un servicio de desencriptación (Government Code and Cypher School, GC&CS), en una espaciosa y tranquila mansión campestre rodeada de bosques, muy cerca de Londres.

Para estos menesteres se reclutaron un heterogéneo equipo: matemáticos y lingüistas de Oxford y Cambridge, maestros del ajedrez y hasta especialistas en la resolución de crucigramas. 
Gente con la imaginación configurada para penetrar en laberintos mentales.
El alma del equipo era el profesor de Cambridge Alan Turing, un excéntrico matemático que, andando el tiempo, se considerará el padre de la computación.

El genial Churchill ordenó que se pusieran a disposición de los locos de Bletchley Park cuantos recursos consideren necesarios. La suerte de la guerra dependerá de que seamos capaces de entender los mensajes del enemigo.
-Señor, no sé si obramos cuerdamente al fiarnos de esa pandilla de excéntricos-avisa el coronel a cargo del servicio-. El cerebrito del grupo, ese Alan Turing, está enganchado al programa Toytown.
-¿De verdad?-se sorprende Churchill.
Toytown («el pueblos de los juguetes») es un programa de la BBC para niños menores de diez años que tiene como personaje principal a Larry el Corderito.
-Señor -prosigue el coronel-, este Turing lo deja todo para escuchar el programa y después telefonea a su madre para comentar las últimas vicisitudes de Larry el Corderito. Esto no es serio señor.
-Ya veo Hudson. Me hago cargo de que los de Bletchley Park no son gente normal, pero habrá que ser pacientes. Esas cabezas son las únicas, por alguna razón que solo conoce el buen Dios, que pueden transitar por el laberinto de lo códigos y cifras.
-Hay un asunto, señor. Me parece que el tal Alan Turing es de la cáscara amarga. Ejem. Quiero decir, señor, que le gustan los hombres.
-No haga de eso una tragedia, Hudson. Limítese a cerrar la puerta con llave cuando se vaya a dormir. Y ahora puede retirarse.
-A sus órdenes, señor.

La importancia de Bletchley Park crece a lo largo de la guerra, y con ella el número de sus empleados. Al final de la contienda serán unos setecientos, entre ellos media docena de españoles procedentes del servicio de encriptación de la extinta Segunda República.

Cada día, a las doce en punto de la noche, los alemanes cambian la cifra de sus máquinas Enigma. En Bletchley Park comienza entonces el frenético trabajo para dar con la clave que permita descifrar los mensajes que el servicio de radioescucha registra. Es una labor de horas, pero de ella depende conocer con antelación el objetivo del próximo bombardeo, el emplazamiento de los submarinos o el movimiento de tropas en la frontera francesa.
Los polacos habían diseñado una máquina desencriptadora a la que llamaban "bomba" porque emitía un tictac semejante al de las bombas de relojería. Basándose en sus planos, los ingleses construyeron su bomba Victory, que empieza a funcionar en marzo de 1940. La primera tarda casi una semana en descifrar las claves de Enigma. Demasiado tiempo. La mejoran y consiguen una nueva máquina, la Agnus Dei, que descifra la clave original en menos de una hora.
El equipo de chiflados de Bletchley Park se crece en las dificultades. No importará que el Afrika Korps, la Luftwaffe y la Kriegsmarine utilicen claves distintas. En Bletchley Park lo descifran todo. Los resultados serán tan meritorios que Churchill hará un hueco en su apretada agenda para felicitar personalmente a Alan Turing y a los otros genios de la mansión, «mis gansos que ponen huevos de oro y nunca cacarean», como los llama.

Feliz noche a todos.


Jesús González.2015

@maspomada






jueves, 19 de marzo de 2015

La Teoría Matemática de la Caza Mayor. Henry Pétard.


Muy buenas tardes a todos una vez más.
Tras una etapa de reflexión por parte de mi buen amigo y colaborador Antonio Castillo y servidor, en la que decidimos tomarnos un respiro en los aposentos del más que respetable Hotel Ritz Guangzhou allá por China, hemos querido aprovechar que hoy es el día del papa-padre y de los pepe-joses para recrearnos con una de esas historias un tanto raras y sospechosas.

La Teoría Matemática de la Caza Mayor, propuesta por Henry Pétard, intenta explicar de manera fácil, comprensible y sin entrar en muchos detalles, y sobre todo con bastante humor, los métodos de investigación de las matemáticas, la física teórica y la física experimental actuales, aplicándolos a la caza de un león que deambula somnoliento por desierto del Sahara. Entre los métodos matemáticos encontramos el método axiomático o de Hilbert (Hilberto para los amigos), según el cual colocamos una jaula en el Sahara y dentro de ella encerramos dos axiomas:

  1. La Clase de leones del Sahara es no-vacía
  2. Si hay un león en el Sahara, hay un león en la jaula
Mediante ciertas reglas de inferencia, de estos axiomas se puede concluir el siguiente teorema: hay un león en la jaula, con lo cual lo habremos cazado. También es posible el método de la geometría de inversión: suponemos que la jaula es esférica, nos introducimos en ella y cerramos la puerta. Procedemos a la inversión, con lo cual el león entra en la jaula y nosotros salimos de ella. Así, conseguimos cazar al león, mientras nosotros acabamos fuera de la jaula. En el método proyectivo, por su parte, suponemos que el desierto es un plano, proyectamos ese plano en una recta, y luego esta recta en un punto. Necesariamente el león habrá de estar en ese punto. El león queda encerrado en ese punto. Cazado. Si elegimos el método de Bolzano Weiertrass, dividimos el Sahara en dos y ponemos una barrera bien sólida. Suponemos que el león ha de estar en una de ambas mitades, la cual volvemos a dividir en otros dos sectores mediante una barrera, y así sucesivamente. El diámetro de estos nuevos recintos se hace cada vez más pequeño y al llegar a un espacio cuyo diámetro es arbitrariamente pequeño, el león queda finalmente aprisionado.

Tras meses de angustiosa reflexión, Antonio Castillo también ha querido aportar su granito de arena a estas teorías de la caza de un león, pero él lo hizo de manera totalmente práctica. Para ello se fue al Sahara durante 80 días y 80 noches con tan solo dos escuadras, un cartabón, cuatro reglas de medio metro, una gorra del Málaga C.F. y dos paquetes de tabaco.
Al quinto día logró cazar un escarabajo pelotero pegándole con la escuadra en la mitad de su cabeza. 14 días después asestó un reglazo a un camello de un tuareg que pasaba por allí, con lo que Antonio tuvo que dejar su investigación ya que su cabeza era la que estaba en busca y captura.
Antonio tuvo que abandonar el Sahara a lomos de borrego tuerto.
A día de hoy se encuentra felizmente descansando y recuperándose del susto en el Guangzhou este.

Feliz día del padre a todos los padres y mama-padres del mundo. Felicidades a los Pepes y felicidades a lady O´Millan por nuestro aniversario.

@maspomada

Jesús González.2015




martes, 20 de enero de 2015

algunos hombres buenos y cabreados: la abolición de la Inquisición.


Muy buenas tardes una vez más.
En estos tiempos que correr de locura en el que se asesinan a personas en nombre de Dios, da igual cual sea, hoy vamos a hablar de como se abolió la Inquisición en nuestro país.

La primera ocasión en que fue abolida la Inquisición en España fue el 4 de diciembre de 1808, y tuvo que ser Napoleón el que lo hiciera. Después de tres siglos campando por sus respetos, el Tribunal del  Santo Oficio se disolvió. Del Bonaparte se puede decir de todo, pero también que fue enemigo de la intolerancia religiosa, del fanatismo devoto y de la mística superstición, precisamente los tres pilares de la Inquisición.
Con España ya bajo el poder napoleónico, el emperador francés firmó aquel 4 de diciembre, justo antes de entrar en Madrid, los famosos Decretos de Chamartín. Uno de ellos suprimía la Inquisición y reducía las comunidades religiosas a un tercio de las existentes, porque había más frailes y monjas en España que población civil. No es que el Santo Oficio estuviera muy activo a principio de aquel siglo XIX, al menos no tanto, como lo estuvo en las tres centurias anteriores, cuando casi te llevaban a la hoguera por estornudar en misa. Pero mejor era suprimirlo, porque era un virus latente con suficiente autoridad para hacer la puñeta.
Napoleón, tras firmar el decreto, argumentó su decisión: «He abolido el tribunal contra el cual estaban reclamando el siglo y Europa. Los sacerdotes deben guiar las conciencias, pero no deben ejercer jurisdicción alguna sobre los ciudadanos». Y sería francés, pero tenía razón. Como no hay mal que por bien no venga, cuando España expulsó a Napoleón y el absolutismo volvió a sentarse en el trono con Fernando VII, la Inquisición recuperó poderes. A partir de entonces, apareció, desapareció según los vaivenes políticos del país, hasta que la abolición definitiva llegó con la reina regente María Cristina. Una pena que no se hiciera antes, porque entre tanta ida y venida del Santo Oficio, aún hubo tiempo de ejecutar aún hereje más.

En fin, esperamos que algún «Emperador» actual acabe con todos estos fanáticos y con su reino de terror y locura.

Un saludo a todos. 
@maspomada

Jesús González.