Muy buenas tardes de domingo a todos. En el capítulo de hoy de estas historias de la IIGM, os voy a contaros una historia de prisioneros. Esta vez los malos no van a ser los nazis ( que lo fueron muy mucho; sino el gobierno británico, y de lo que estaban dispuesto a hacer con los prisioneros nazis entre 1940-1945. Espero que os guste este pequeño relato.
El 13 de junio del 2005, el diario británico The Guardian, dio a conocer una sorprendente noticia, tras realizar una minuciosa investigación en documentos confidenciales precedentes de los archivos Nacionales.
Según esta prestigiosa publicación, el Ministerio de Defensa británico construyó en Londres, con pleno consentimiento del primer ministro Winston Churchill y los otros miembros del gobierno británico, un centro de interrogatorios para los prisioneros alemanes, en el que la tortura era un método habitual para extraerles información.
Entre julio de 1940 y septiembre de 1945, el período en el que este centro estuvo en funcionamiento, 3.573 prisioneros entre militares y civiles, pasaron por estas instalaciones, conocida como la " jaula ". Los detenidos, de los que un tercio aceptó haber cometido crímenes de guerra, fueron golpeados hasta quedar al borde de la muerte o privados de sueño, para quebrar su resistencia física, o amenazados con una ejecución sumaria para provocar un derrumbe psicológico.
Los huéspedes de la jaula también fueron sometidos a temperaturas extremas en unas duchas especialmente construidas para esa práctica, o a intervenciones quirúrgicas innecesarias, mientras que otros eran heridos con descargas eléctricas e instrumentos de tortura similares. Siempre según los documentos hallados por The Guardian, muchos prisioneros murieron allí por falta de alimentos o por no poder soportar las altas o bajas temperaturas a las que eran expuestos.
En al menos un caso, un prisionero fue condenado por crímenes de guerra y ejecutado en la horca sobre la base de confesiones logradas tras haber sido " trabajado psicológicamente ".
La jaula, cuya existencia fue sistemáticamente ocultada a la Cruz Roja Internacional, se ubicó en lo que es ahora el exclusivo barrio de Kensington Palace Gardens, el más caro de Londres. Sus casas, de una antigüedad de un siglo y medio, se levantan en terrenos que pertenecen a la Corona británica, y son morada de embajadores, magnates y príncipes. El campo de tortura ocupó lo que actualmente es un conjunto de grandes mansiones. Ese carácter exclusivo permitía establecer más fácilmente medidas para evitar las miradas de los curiosos, lo que hizo de Kensigton el lugar idóneo para albergar ese centro de interrogatorios secreto.
El centro estaba dirigido por el teniente coronel Alexander Scotland, quien habría sido condecorado por sus interrogatorios a soldados alemanes durante la Primera Guerra Mundial, recibiendo la Orden del Imperio Británico. Aunque Scotland ya disfrutaba de su jubilación cuando estalló la SGM, fue reclamado por el Ejército para que aportara su experiencia en la labor de extraer información a los prisioneros.
Scotland, que según los archivos tenía " un historial perfecto ", contaba en la jaula con una decena de oficiales e intérpretes. Además, disponía del personal de seguridad necesario, proporcionado por los regimientos encargados de la custodia del centro. Entre los documentos se hallaba el manuscrito de las memorias de Scotland, en las que se pudo leer : " Si algún alemán tenía alguna información que nosotros deseáramos, se la extraería invariablemente mediante un largo proceso ".
Un informe del MI5 señaló que Scotland había cometido " claras infracciones " a la Convención de Ginebra y que sus interrogatorios en la Jaula " eran completamente contrarios " a la legalidad. Por ejemplo, admitía que Scotland había forzado a los presos a arrodillarse mientras eran golpeados en la cabeza o a estar de pie por más de veinticuatro horas.
Los documentos encontrados en los Archivos Nacionales británicos calificaban el centro como " un lugar oscuro y brutal ", y admitían que su existencia causaba inquietud entre los pocos oficiales británicos que conocían en detalle lo que allí sucedía. Sin embargo, el Ministerio de Defensa permitió su funcionamiento debido a la utilidad de la información obtenida o quizá porque consideraba que los detenidos merecían ese trato.
Bien amigos, esta ha sido la escalofriante historia de lo que también hicieron los ingleses durante la IIGM. Por supuesto ésta no ha sido la única, ya iremos contando que más cosas hicieron los mismos, para que no se diga que en cuanto a crueldad humana no somos imparciales. En fin, hasta Kesington hemos mandado a nuestro reportero ( por no decir, nuestro único reportero ), al que de mala gana le hemos sacado del chiringuito en su única tarde de domingo. No es otro que ya nuestro más que aclamado y venerado António Castillo, que en la tarde de hoy ha tenido más que palabras con un miembro de la Jaula. Ese miembro es el sr Scotland, que a día de hoy tiene la friolera edad de 165 años, y sigue torturando todo lo que se mea a su alrededor.
A. Castillo: buenas tardes sr Scotland
Mr Scotland: good good...
AC: bien, mi primera pregunta no puede ser otra que; ¿ si ya estaba vd jubilado por qué se metió otra vez en el tema de las torturas ?
Mr S: mi buen amigo, cuando me dieron la Orden del Imperio Británico, juré defender con todas mis fuerzas a mi país.
AC: me parece muy bien, pero... vd sabía que iba en contra de la Convención de Ginebra !!!
MrS: pero si eran los chicos de Ginebra los que nos dieron los materiales para construir las celdas de la Jaula ...
AC: Y la Cruz Roja también lo sabía ???
MrS: la Cruz Roja nos traía la comida, por supuesto a los oficiales británicos, a los nazis los teníamos a dieta.
AC: de qué ??
MrS: de aire
AC: Ostiá !!!! Bueno, no quiero profundizar más en este tema porque es que me pongo enfermo. Veamos, siguiente pregunta. De donde sacaron la idea de hacer la jaula en uno de los lugares más caros de Londres, en pleno Hyde Park y al ladito mismo de Kesigton Palace, en donde residió la mismísima Lady Di.
MrS: ya saben como somos los ingleses...para qué hacerlo en una isla en el quinto pino del caribe ???, nada de eso, en pleno centro de Londres.
AC: ya, pero cual fue el principal motivo de la construcción allí ???
MrS: la verdad es que...vivía muy cerquita de allí, vd sabe lo mal que estaba el tráfico en plena guerra, con tantos ataques aéreos, el tráfico era un caos. Así que decidimos que había que ponerlo muy cerquita de nuestras viviendas, así cuando Maris tuviera el estofado listo, yo podría llegar en cinco minutos a pié.
AC: ya...ya. Sigamos, que métodos de tortura usaban ???
MrS: además de los cambios de temperatura y los golpes, también usábamos lo que nosotros lo llamábamos " El alfiler ".
AC: Dios mío, les clavaban alfileres en el cuerpo ???
MrS: no por Dios, metíamos un alfiler en un pajar y allí estaban sin salir hasta que lo encontraban. también hacíamos la prueba de carbono 14.
AC: con que fin ???
MrS: poníamos a 14 presos en mi barbacoa y se encargaban de hacer unas buenas chuletas. Otro método que les hacía cantar como Plácido Domingo era lo que nuestros genios de la tortura llamaban técnicamente; " el contrato de Satán "
AC: en que consistía ???
MrS: jajaja, fácil. los metíamos en Heathrow con un contrato base de 5 horas semanales en invierno y 25 horas semanales en verano, y por supuesto a turno partido. Es decir, echaban allí el verano entero cargando maletas por cuatro peniques, que por supuesto nos quedábamos nosotros, jajajaja !!!!!
AC: hijo de puuuuuuu.....Osea, que la idea de hacer esos contratos nació de ustedes ????
MrS: afirma mi buen amigo...
Y aquí fue cuando terminó la entrevista y fue cuando tuvieron que llamar a la policía para poder separar el puño derecho de António de las costillas de Mr Scotland. Actualmente António descansa en la torre de Londres, en la que ya se puede decir que Rudolph Hess no fue su ultimo inquilino. Antonio ha sido acusado de agresión a un miembro de la Orden del Imperio Británico, ya ha sido condenado a 23.989, 1 día entre rejas. Bueno, no se trata de la Jaula, pero más o menos es lo mismo. António, tranquilo que te sacaremos de allí !!!!
Feliz tarde ( aeroportuaria a todos ) y un besazo a mi mujer.
Jesús González.
