Muy buenas tardes a todos una vez más. En el capítulo de hoy tenemos la suerte de poder contar la grandísima historia de un grandísimo pueblo al sur de España, un pueblo de bravos guerreros que no eran los galos de Axterix y Obelix, eran los del pueblo llamado Líjar, que si algo le sobraba era poción mágica. Comencemos !!!
En el interior de Almería, en la sierra de los Filabres, hay un pueblo llamado Líjar. Ahora tiene quinientos y pico habitantes, pero el 14 de octubre de 1883 contaba en su vecindario con seiscientos hombres útiles. Cifra que le pareció suficiente al ayuntamiento para declarar la guerra a Francia . A toda Francia. Y con todos los franceses dentro.
Resulta que en París habían insultado a Alfonso XII y los lijareños...bueno, los lijareños no...los señores del ayuntamiento se dieron por ofendidos y declararon la guerra. Con un par.
Para entender ocurrencia tan bizarra hay que remontarse a algunos días antes de aquel 14 de octubre, cuando el rey Alfonso XII llegó en tren a París en una visita medio oficial. No es que fuera bien recibido, porque si algo no gusta a los franceses son los reyes, así que no esperaría Alfonso XII que le pusieran la alfombra roja. El caso es que recibió unos cuantos insultos y alguna otra pedrada de algunos republicanos excitados.
La cosa no pasó a mayores, pero el asunto ofendió sobremanera al Consistorio de Líjar, que arrugó el ceño, convocó un Pleno y decidió declarar la guerra a Francia por la ofensa al rey. La declaración es para leerla y para partirse. " Que sepan los habitantes del territorio francés que el pueblo de Líjar, que se compone únicamente de trescientos vecinos y seiscientos hombres útiles, está dispuesto a declararle la guerra a toda la Francia, computando por cada diez franceses un habitante de esta villa ".
Francia por supuesto, hizo caso omiso de la provocación, porque, si no, Almería tendría ahora un pueblo menos, pero lo cierto es que Líjar no olvidó la ofensa. Por estas cosas que tiene la historia , la declaración de guerra se mantuvo vigente durante cien años.
En 1983 el alcalde decidió firmar la paz, y para ello convocó al cónsul y vicecónsul franceses de Málaga y Almería para dejarlo por escrito. Y allí, aguantándose todos la risa, se rubricó un acta en el que se acordó firmar la paz tras cien años de guerra incruenta. O sea, una guerra en la que no se derramó ni una sola gota de sangre.
Que todas las guerras sean como la de Líjar con Francia.
A continuación el famoso Acta de la firma del Tratado de Paz:
" En la villa de Líjar, provincia de Almería, siendo las doce horas del día treinta de Octubre de mil novecientos ochenta y tres.
Reunidos en la plaza pública de esta villa, por una parte los representantes de la Nación Francesa, en las personas del cónsul y vicecónsul de Málaga y Almería, y por otra la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Líjar, presidido por su Alcalde D. Diego Sánchez Cortés, siendo testigos de excepción autoridades civiles y militares de la provincia.
Se acuerda firmar la Paz entre Líjar y Francia, tras cien años de guerra incruenta, declarada por este Ayuntamiento el catorce de Octubre de mil ochocientos ochenta y tres.
Y para dejar constancia firman de una parte los representantes del Estado Francés, y de la otra la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Líjar, firmando como testigos de excepción autoridades civiles y militares de la provincia y toda la población de Líja, de lo que yo la secretaria certifico."
Amigos y amigas, éste ha sido un claro ejemplo de un pueblo indignado que hubiera luchado hasta la última gota de su sangre por defender el honor de un rey. Como la reputación de nuestro rey está por los suelos no nos vamos ni a molestar en defender absolutamente nada, pero en un pequeño barrio de Málaga, más concretamente en Ciudad Jardín, unos 262,1 vecinos comandados por nuestro "homo indignadus Universalis ", don António Rebelde Castillo, ha declarado la guerra a Inglaterra por la visita a nuestra Gibraltar del pequeño de Isabel II, el príncipe Eduardo.
La diplomacia española ha interpuesto quejas formales al embajador, pero no ha servido de nada.
En la reunión mensual de la comunidad de vecinos, y ante la expectación creada por el mismo, don António ( presidente perpetuo de su comunidad ), ha leído un manifiesto ante el asombro de los atónitos vecinos.
Antonio: " Vecinos y vecinas del bloque 4 de la calle Monda, nos hemos reunido aquí hoy no solo para tratar las quejas por ruidos y goteras de nuestra bien amada comunidad; sino para declarar la guerra de manera formal y directa a los ingleses. Nos han faltado al respeto a todo el pueblo español y nuestros políticos lo han permitido, pero aquí y ahora nosotros, los vecinos del bloque 4 de la calle Monda, les declaramos la guerra al Imperio Británico. Allá por donde haya un británico será nuestro enemigo ".
Pepe ( El taxista ): pero Antonio, hijo mío...que estos son los turistas que más dinero se dejan aquí...
Antonio: me da igual, que vengan los chinos, que ahora está de moda, y sino...que vengan los egipcios !!!
Paca ( la modista ) : Antonio, y que es lo que vamos a hacer ?. Cuál es tu plan de guerra ? Antonio: amigos, vecinos...vamos a hacer lo siguiente:
- Cortar las comunicaciones. Les vamos a dejar a " oscuras " el peñón. Sin luz, agua, gas ni internet.
- Tras hacer todo esto, nos iremos al aeropuerto a tomar un avión de la easyet con rumbo a Gatwick !!!, y de allí a Downing st.
- En Downing st. alzaremos las guadañas, las tijeras de peluquería y nos enfrentaremos a todo bicho viviente que veamos a nuestro paso.
Si los lijareños se la jugaron contra el pueblo francés y jamás pudieron luchar porque no tenían infraestructuras, nosotros sí que las tenemos !!!!
Arturo ( el tonto del barrio ): António, y como vamos a viajar todos hasta allí ?
Antonio: que nadie se preocupe, que yo trabajo en el aeropuerto de Málaga y lo tengo todo bajo control. Os cuelo a todos y ya está !!!!
Y así, intentando colar por el acceso de tripulaciones a unos 262,1 vecinos despedimos a la vez que deseamos toda la suerte del mundo al pequeño barrio de Ciudad jardín ( Málaga ), que defenderá nuestra enseña ante la pasividad de nuestros gobernantes.
Un fuerte abrazo Antonio !!!!
Jesús González.
Un abrazo enorme Lord GZ ,eres grande
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